Imagen del cometa ISON con datos espectrográficos
Si en los últimos días habéis visto alguna foto reciente del cometa ISON os habrá llamado la atención el intenso color verdoso de su núcleo y su coma. Esta característica solo la podemos apreciar en instantáneas hechas por el telescopio espacial Hubble o por otros grandes observatorios (y algún aficionado que otro con equipos de alta gama).
Dejando la teorías que vienen de sectores “poco científicos” a un lado (bastante a un lado), podemos empezar observando la imagen que abre el post, un gráfico que nos aporta información sobre los materiales que están en la coma del cometa, un análisis del espectro del cometa.
Este color verdoso se está acentuando a medida que el cometa se acerca al Sol, y esto es buena señal. La “misteriosa” tonalidad proviene de los gases que rodean al núcleo helado, los chorros despedidos contienen cianógeno (un gas muy común en los cometas) y carbono diatómico (C2). Ambas sustancias resplandecen en un hermoso color verde cuando son iluminadas por rayos ultravioletas procedentes del sol en situaciones cercanas al vacío, como puede ser el espacio.
Si alguien ahora busca estos dos gases por internet verá que son venenosos, y sí lo son, la tentación de girar al lado oscuro de las pseudociencias es muy fuerte, y podríamos decir que el cianógeno es un gas irritante para los ojos y el sistema respiratorio, además su inhalación puede producir dolor de cabeza, mareos, vértigo, incremento del pulso, náuseas, vómitos, inconsciencia, convulsiones y la muerte, dependiendo de la exposición… y hasta aquí el paréntesis sensacionalista. La concentración con la que el gas puede llegar a la Tierra (de llegar) es tan ínfimamente mínima y tan diluida que seguramente nos afecte más el tubo de escape de un coche próximo.
A medida que vaya acercándose el 28 de Noviembre, fecha de su máximo acercamiento al sol (perihelio) la temperatura irá aumentando en el entorno del cometa y los análisis espectrográficos quizás nos permitan ver materiales como hierro o magnesio evaporándose de su núcleo. No olvidemos que es la primera vez que visita el sistema solar interior, esto significa que su composición se asemeja a la del sistema solar primigenio. Una gran oportunidad para entender un poco más acerca de cómo se formo.
Que luego sea un gran espectáculo o no en nuestros cielos dependerá de si sobrevive al paso rasante por el sol y de hacerlo en qué condiciones quede. Personalmente cada vez dudo más que sea el gran cometa que esperamos, la curva de brillo no está cumpliendo las expectativas, y la distancia que le separará de nuestro astro apenas llegará a un millón de kilómetros en su perihelio. Pero todo es posible…