“Pienso que investigadores como nosotros tenemos la obligación de informar a un público más amplio sobre lo que hacemos, dado que la financiación viene de los que pagan impuestos. También es agradable compartir con otros la alegría de aprender sobre nuevos descubrimientos científicos, especialmente cuando afectan a nuestra sociedad y a nuestro modo de vivir. El Premio Nobel de este año (2010) ha sido por el descubrimiento espectacular del grafeno. Pronto se considerará saber lo que es el grafeno como educación general. Comprender el efecto de los gases invernadero requiere el conocimiento de un amplio espectro de ciencias desde la ley de Planck del cuerpo negro hasta la geografía natural. Este conocimiento nos ayuda a evaluar lo que tenemos que hacer y cómo mitigar los efectos. Es importante para todos conocer algunos hechos sobre esta y muchas otras cosas de los que se habla en los medios y que son objetos de discusión de los políticos. Un grupo objetivo importante son los maestros de escuela. Durante los últimos 25 años he estado involucrado en la organización de seminarios de dos días para maestros de escuela una vez por semestre. Siempre es gratificante mantener discusiones y dar clases a maestros de escuela. Absorben realmente el nuevo conocimiento y lo transmiten a sus alumnos.”
El Movilab del CSIC En un país que presume ser “desarrollado”, la ciencia debe formar parte de la cultura. Habría que hacer un esfuerzo para que no sea la telebasura la que bate records de audiencia. Estamos hablando tanto de innovación hoy en día: ¿Dónde están los “innovadores” con ideas para que la ciencia sea atractiva para el gran público? ¿Una buena teleserie? ¿Un libro atractivo? ¿Más películas como “Una mente prodigiosa”? ¿O una película sobre algún Premio Nobel? ¡Hasta 2010 ha habido 838 laureados!
