Revista Coaching

¿Por qué necesitamos conocer nuestro modelo de negocio?

Por Juansobejano

¿Por qué necesitamos conocer nuestro modelo de negocio?

Toda empresa sigue un modelo de negocio, aunque no sea consciente de ello. Toda empresa tiene una propuesta de valor, más o menos definida, una forma de enfocarse y relacionarse con el mercado y un modelo de creación de esa propuesta de valor. Como digo, algunas empresas (muchas en realidad) no son conscientes de cuál es su modelo de negocio, por lo que carecen de información básica para mejorar cualquiera de sus parámetros y conseguir mejores resultados fortaleciendo su presencia en el mercado.

Algunos empresarios me han preguntado por qué es necesaria la estrategia y la definición del modelo de negocio. Leyendo a Ken Robinson y su libro El Elemento podemos encontrar la respuesta. Aunque Robinson habla de las capacidades cognitivas e intelectuales, resulta interesante trasladar al mundo de la empresa su reflexión sobre el porqué de nuestra incapacidad para reconocer nuestras capacidades naturales. Utilizo las razones que nombra Robinson desde una perspectiva empresarial.

¿Por qué necesitamos conocer nuestro modelo de negocio?

Limitación del alcance de nuestras posibilidades

Ocurre que las empresas que no conocen su modelo de negocio ignoran al mismo tiempo su capacidad de desarrollo y excelencia. No sería la primera vez que una empresa pierde oportunidades de negocio por no ser consciente de las posibilidades que se le podrían desarrollar si enfocara adecuadamente su propuesta de valor, mejorara su gestión interna o reconociera los segmentos adecuados.

Trabajar nuestro modelo de negocio y tener una adecuada visión estratégica será fundamental para conocer nuestra potencia de desarrollo y de creación de valor, pudiendo en su caso solventar los impedimentos que puedan aparecer o los puntos débiles que impiden esa evolución positiva.

Limitación de cómo nuestras capacidades se relacionan entre sí de forma integral

Nuestras empresas son sistemas, y como tales forman una estructura en la que sus elementos, departamentos, principios e ideas se relacionan orgánicamente. Quiere esto decir que es un error enfocar los cambios dentro de una empresa desde un punto de vista departamental, de un modo u otro siempre van a afectar al resto de la empresa. Y si no es estructuralmente con efectos visibles, lo es implícitamente con movimientos en su cultura, relaciones interpersonales o cambios en el modelo de red interna.

Recordemos que las empresas tienen un marcado componente humano (por raro que parezca es algo que se suele olvidar) y que se constituyen en redes internas en las que sus miembros se relacionan entre sí. Además las estructuras de las propias empresas están orgánicamente conectadas de modo que influyen unas sobre otras.

Por si esto fuera poco la apertura de las empresas gracias a los nuevos entornos sociales o a sus propias estrategias de gestión hacen que esas estructuras aumenten sus miembros a componente no necesariamente internos, sino que para definir nuestro modelo de negocio tenemos que tener en cuenta el papel que juegan clientes, partners e incluso en algún momento competencia.

Limitación para comprender nuestro potencial para crecer y cambiar

Dicho todo lo anterior no podemos olvidar que estamos en un entorno muy inestable, donde los cambios son constantes y a veces a una gran velocidad. Conocer nuestro modelo de negocio nos va a permitir saber el nivel de adaptabilidad que tenemos y el potencial de cambio y mejora que podemos desarrollar. No se trata solo de crecer, sino que también es fundamental que ese crecimiento sea adaptativo, sostenible y consecuente con el entorno en el que nos movemos.

Conocer qué somos, cómo somos y a quién nos dirigimos es fundamental para subsistir y crecer. El análisis de nuestro modelo de negocio nos va a dar muchas respuestas y puede que entre ellas esté la muestra de qué es lo que estoy haciendo mal y por qué no soy capaz d alcanzar un nivel mínimo de rentabilidad. En muchos casos conocer nuestro modelo de negocio nos va a permitir hacer los ajustes adecuados para llegar a nuestros segmentos y mercados. La estrategia no es un juego de salón que gusta a los académicos y a los escritores, es un ejercicio fundamental que toda empresa, ya sea grande o PYME ha de trabajar para llegar no ya al éxito, sino incluso a la subsistencia.

Si te gusto este post, considera dejar tu comentario o suscribete al feed y consige los ultimos articulos en tu email.


Volver a la Portada de Logo Paperblog