Algo bueno de que acabe el verano es que con el fresco, la gente empieza a cerrar las ventanas por las que se colaba algún ronquido impertinente. Cierto es que con los tabiques de papel es posible que algunos los sigan sufriendo el resto del año, y los del compañero o compañera de cama más vale que se conviertan en música para tus oídos. ¿Por qué ronca la gente?
Los ronquidos se producen cuando alguna estructura de las vías respiratorias superiores vibra durante la inhalación de aire. Pueden vibrar el paladar, la lengua, la campanilla, las paredes de la faringe… Cuando dormimos, todos los músculos del cuerpo se relajan. La relajación de los músculos de las vías respiratorias superiores limita el espacio por el que puede pasar el aire. Así, se pueden producir pequeñas turbulencias que harán vibras las estructuras mencionadas provocando el molesto ronquido.
Pero no nos enfademos con el que ronca. Al fin y al cabo no es su culpa, no tiene forma de evitarlo. ¿O sí? A continuación, una lista de las formas más comunes de evitar los ronquidos:
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Dormir de lado. Respiramos con más facilidad cuando estamos recostados de lado, y no boca arriba. Hay miles de trucos para mantener esta posición: desde coser una pelota a la espalda del pijama, hasta el cariñoso empujón de madrugada.
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Las famosas tiras “Breathe Right” que se pegan al exterior de la nariz y abren las vías nasales. Si la obstrucción del tracto respiratorio está ahí funcionarán. Si no, es muy probable que sólo nos molesten.
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Férula oral para impedir que la lengua tape las vías respiratorias. Igual que las tiras, si la obstrucción no está a ese nivel, es muy probable que no funcione.
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Tratar las alergias. Obviamente, si se padece algún tipo de alergia que obligue a respirar por la boca; es mucho más probable roncar.
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Dejar de fumar. El tabaco produce daño e inflamación, lo que puede dar lugar a un estrechamiento de las vías respiratorias.
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Perder peso. El sobrepeso también se ha asociado con los ronquidos, especialmente en quienes tienden a acumular grasa en el cuello o papada.
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Evitar el alcohol y los sedantes, ya que relajan aún más las vías respiratorias, dificultando el paso de aire.