Los perros derrochan mucha agua a la hora de beber, por lo que a veces puede ser difícil saber qué cantidad de agua beben en un día.
La mayoría de los perros necesita de medio litro de líquidos por kilo de peso corporal al día. Los perros muy activos o en período de lactancia pueden necesitar más, y los cachorros generalmente beben más que los perros adultos. Si tu perro bebe mucho más que eso, puede ser señal de un problema de salud. Descubre las causas por las que tu perro siempre tiene sed y qué puedes hacer para controlarlo.
¿Por qué tu perro sediento?
Muchas cosas pueden afectar a la cantidad que bebe tu perro, desde el tiempo meteorológico hasta el nivel de actividad física o la dieta.
Debes aplicar el sentido común para valorar la sed de tu perro. Si tu mascota está bebiendo tan excesivamente que estás notando un gran cambio, probablemente sea el momento de hablar con tu veterinario, para que, con las pruebas pertinentes, pueda deducir la causa del aumento de sed de tu perro.
Algunas de las razones por las que tu perro puede estar inusualmente sediento son:
Deshidratación
Los calurosos días de verano, el ejercicio físico, una enfermedad, una infección… Todo esto puede conducir a la deshidratación en los perros y lanzarlos a buscar agua. Junto con el aumento de la sed, otros signos de que tu mascota puede estar deshidratada son: letargo, lengua y encías secas, y “cuerdas de saliva”.
La deshidratación puede amenazar la vida rápidamente, por lo que si sospechas que tu perro está muy deshidratado, busca atención veterinaria inmediatamente. Si tu perro parece levemente deshidratado pero no está vomitando, dale pequeñas cantidades de agua (una cucharadita para un pequeño perro, 1-2 cucharadas soperas para perros más grandes) cada diez minutos durante un par de horas.
No dejes que tu perro tenga acceso libre a una gran cantidad de líquido cuando esté deshidratado, puesto que beber demasiado y demasiado rápido puede provocarle vómitos.
Enfermedad
Muchas condiciones pueden causar sed excesiva o deshidratación en tu perro, como: enfermedad hepática, diabetes, síndrome de Cushing, cáncer, diarrea, fiebre, infección y enfermedad renal.
A veces, sin embargo, puede que no sea la propia condición la que causa sed excesiva en tu perro, sino la medicación usada para tratarla. Habla con tu veterinario sobre los medicamentos de tu perro y sus efectos secundarios. Si los medicamentos son la causa de la sed de tu perro, el veterinario podría reducir la dosis.
Medicación
Al igual que a las personas, algunos medicamentos pueden causar sed excesiva a tu perro, incluyendo:
- Los medicamentos antiinflamatorios como la prednisona, que pueden ser utilizados para el tratamiento de muchas patologías en los perros, como el asma, las alergias y la inflamación intestinal.
- Los medicamentos para la insuficiencia cardíaca, como la furosemida, que conducen a una mayor producción de orina y, por ende, a un aumento proporcional de la sed.
- Los medicamentos para las convulsiones, como el fenobarbital, que pueden tener efectos secundarios que incluyen sed y micción excesivas, así como exceso de apetito.
Dieta
Una dieta de comida seca, que puede contener en torno al 5% -10% de agua, también puede producir una sed notable en tu perro. Los alimentos ricos en sodio también harán que tu perro beba más.
Grandes cantidades de sal pueden ser tóxicas para tu mascota, así que evita compartir con tu perro comida para personas altamente salada. Algunos síntomas de que tu perro puede haber comido demasiada comida rica en sodio son: temblores, diarrea, depresión y vómitos.
Permanece atento al consumo de agua de tu perro
Es más fácil darse cuenta de los cambios en la sed de tu perro o de su comportamiento a la hora de beber si desarrollas una rutina en torno al mismo recipiente de agua.
- Rellena el bebedero de tu perro aproximadamente a la misma hora todos los días.
- Llena siempre el bebedero hasta el mismo nivel, aproximadamente.
- Presta atención a la cantidad que pones cada día y cuánto queda.
El agua es fundamental para la salud de tu perro y su bienestar. No prives nunca del agua a tu perro. Si estás preocupado porque tu perro está bebiendo demasiado (o no lo suficiente), no esperes más, llama a tu veterinario.