Revista Cultura y Ocio

Pornografía. Manuel Arranz

Por Mientrasleo @MientrasleoS

Pornografía. Manuel Arranz
     "Quisiera poder contar una historia sencilla, un idilio, un relato de un centenar de páginas. Un idilio es como un estado de gracia, una experiencia mística en el sentido que daba Wittgenstein a este término: Lo inexpresable, ciertamente, existe. Se muestra, es lo místico. La primera frase es de Ionesco. Está en sus diarios. Pero no sólo es suya. Entiéndanme."
     Desde que me enteré de la existencia de este libro lo quise. Es difícil decir el motivo, pero apenas un puñado de líneas hicieron que tuviera un deseo irresistible de leerlo. Fue justo supongo, ya que se trata de un libro cortito y enseñar más que ese puñado hubiera sido excesivo. Ayer lo compré, y lo leí, y hoy lo traigo a mi estantería virtual. Hoy traigo, Pornografía.

     En Pornografía conocemos a un hombre sin nombre, un hombre cualquiera. Y digo conocemos porque nos habla desde su mente, con esos saltos que damos al pensar debidos a libres asociaciones que nos parecen lógicas. Y todas ellas, absolutamente todas, hablan de amor.
     Una de las acepciones de la palabra pornografía nos habla de el carácter obsceno de las obras literarias o artísticas. Obsceno, sin pudor... y lo que es la mente, rápidamente pensamos en el desnudo. Y justo eso es lo que hace nuestro narrador, desnudarse sin pudor alguno y dejarnos ver todos sus sentimientos. Y para eso, no hace falta hablar de sexo. De hecho, en Pornografía no se habla de sexo, la única alusión la encontramos en un título directo, provocador.
   
     A través de párrafos cortos y frases literarias sueltas vamos descubriendo el amor que vivió nuestro protagonista, y cuanto lo echa de menos. El nacimiento del sentimiento y sus manifestaciones, la felicidad, la incertidumbre, los celos, los pequeños detalles que componen una vida en común. Y nos habla también de su vida a través de reflexiones que él mismo reconoce no son particularmente originales, precisamente por ser ciertas. Y lo hace con palabras precisas y un ritmo con el que provoca que se nos antoje estar leyendo un poema que nos recita un amigo a media luz, una confesión íntima de esas cosas que hemos sentido y nos van a acompañar siempre.
     Hoy traigo un libro que me ha parecido tan hermoso como turbador. Una historia en la que se desnuda un alma en lugar de un cuerpo para hablarnos del amor y dejarnos sus palabras resonando en los oídos pese a que no las hemos escuchado, sino leído. Una vez más, mi cuaderno de fragmentos se ha visto invadido por frases de un único libro. Y mi cabeza, porque me ha dado en qué pensar.
   
     Por si no lo habíais notado, me ha gustado mucho esta lectura que llegó como un amor a primera vista. Y vosotros, ¿habéis sufrido este flechazo alguna vez al mirar libros? No os preguntaré el resultado, os dejo a vuestra elección contarlo y decir el título.
     Gracias

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