Revista Cocina
¡¡ Vete a la porra !!`Qué se vaya tu hermana “la pelá”
La tuya que es más “zambulla”…….
Habituales frases en la década de los sesenta cuando los chiquillos se peleaban enzarzados en su juegos infantiles. Y es que en el lenguaje popular malagueño hay muchas frases y expresiones nacidas, criadas y desarrolladas en Málaga y como toda lengua viva, algunas mueren o están en coma profundo porque ya apenas sí se pronuncian y pocos las recuerdan.
Enviar a alguien a la porra, o a su hermana “la pela”, o a la otra que es más “zambulla”, inclusive la habitual en Málaga: que te manden a “tomar viento fresco a La Farola”, aunque parezca increíble, no siempre estuvo mal visto.
Y como decía Julie Andrews, protragonista, en la película Sonrisas y Lágrimas: comencemos por el principio, porque es lo natural.
En el morro del puerto malagueño se encuentra La Farola (Se dice que "Málaga es femenina" porque en lugar de faro tiene farola. Es el único "faro femenino" que existe en las costas españolas, desconociéndose el motivo de por qué "La Farola de Málaga" es farola y no faro).
Era allí, en el morro, donde ya hiciese levante o poniente, donde más pegaba el viento…..al final del Puerto malagueño, en La Farola.
Enviar a alguien a la “porra”, tiene su sentido:
Porra, (etimológicamente deriva del latín porrum(puerro), por la similitud de forma con la planta en cuestión) era un enorme bastón que usaba el tambor mayor de los antiguos ejércitos. Bastón, muy labrado, grande para ser visto sin problemas por todos los músicos y rematado por un gran puño de plata, abandonaba sus labores rítmicas y se colocaba en un lugar determinado del campamento cuando el batallón había salido fuera de sus cuarteles.
Y era a ese lugar donde se enviaba a los soldados castigados con faltas leves. Por tanto, la expresión, “¡Soldado, váyase usted a la porra!” era del todo normal en ese ámbito militar y nadie se molestaba con la orden.
Con el paso del tiempo y el uso o “mal uso” de la expresión, cambió de la penitencia a ése sentido de fastidio.
Y ya no digamos la posible respuesta: enviar en tu lugar a la hermana “la pelá” del que te ha enviado a ti a la porra, con la consabida respuesta “la tuya, que es más zambulla”. Lo de la pelá nos llega de siglos pasados, quizás siglo XIX o principios del XX, y hacía referencia en realidad a los rapados de las cabezas de las prostitutas cuando se hacían redadas, uno de cuyos fines era eliminar los piojos.
En cuanto a “zambulla”, hacía mención al aspecto tripón y paticorto de la supuesta homenajeada pues los zambullos eran las barricas usadas por las fábricas de conservas
tan populares en la Málaga de principios del siglo pasado, para envasar las arencas, que hoy vuelven a ponerse de moda en las tiendas de ultramarinos de Málaga. Y qué yo disfruto en Mi cocina….(ARENCAS, EN ESTE ENLACE)
Aunque la palabra “porra”, los españoles le damos multitud de usos:
Una “porra”, en Madrid, es una especie de churro; una “porra” es sinónimo de apuesta de juego, una “porra” es un artefacto para aporrear, para dar golpes…..y en la cocina malagueña una “porra” es un majado de verduras donde la más famosa y tradicional es la “porra antequerana”. su nombre deriva del utensilio (la porra de madera) con el que se le daba golpes para prepararla. Se suele servir acompañada de atún, jamón serrano y huevo duro cortados en daditos.
No he puesto el enlace a la receta, ya que les invito a: poniendo la palabra en el buscador del blog de “porra antequerana”, encontrarán la tradicional, la clásica “a mi manera”, la de manzana, la de cerezas…… Y hoy les incluyo la de naranja….
¿Cómo lo he hecho?
Ingredientes:
El zumo de dos naranjas guachintonas del Valle del Guadalhorce malagueño (un trocito de naranja para decorar), tres o cuatro aceitunas “aliñás”, aloreñas (Alora, Málaga) quitándoles previamente el hueso, medio diente de ajo, un huevo cocido (que esté duro), jamón serrano cortado en trocitos muy pequeños, dos cucharadas soperas de vinagre de vino blanco, sal, un trocito de tomate seco (se encuentra en cualquier supermercado), un pellizquito de orégano, dos rebanadas de pan (sin la corteza), aceite de oliva virgen extra (Uso de la Axarquia malagueña, sin filtrar).
Los pasos a seguir:
La forma tradicional era preparar las “porras” en un mortero, con arte y paciencia ir labrando todos los ingredientes; con permiso de los puristas gastronómicos, hago uso de la “minipimer”, así que:
Poner en el vaso de la minipimer el zumo de naranja, el pan, el vinagre, un pelín de sal y de orégano, el ajo y un chorreón de aceite y dar máxima potencia, durante unos minutos, hasta que quede una masa homogénea… Probar y rectificar hasta conseguir la textura y el sabor deseados.
Poner en un plato, decorar con la naranja, el jamón, el huevo duro, las aceitunas y por último echar unas gotitas de aceite de oliva…..
¡¡ Buen provecho y buen comienzo de semana...!!