Possessed
La historia cobra visos de realidad y la excelente interpretación a cargo de C. Gable y de J. Crawford siembra en la pantalla una magia etérea, pero tangible, que convierte al espectador en partícipe de lo que se presenta ante sus ojos.
La película se estrenó en 1931 pero su madurez cinematográfica, su factura técnica, su dominio de los tiempos y de la intensidad narrativa demuestran una evidente anticipación a su época.
Sólo el desenlace, que parece forzado y filmado con cierta premura, resta a la película el punto de la excelencia.ABSENTA