Este postre es de lo más sencillo y rápido que he hecho. El resultado es un postre cremoso con un suave toque a limón, una verdadera delicia al paladar.
Normalmente debería haberlo dejado de un día para otro para que se concentrara más, pero cuando estaba rellenando las copas y probé la crema no me pude resistir a dejar pasar tanto tiempo, así que lo dejé un par de horas en la nevera ............ uffffff ¡qué rico!.
Ingredientes:
- 5 limones medianos
- 1 bote de leche evaporada
- 1 bote de nata ermol
- 8 cucharadas de azúcar
La leche evaporada la tendremos que tener en el congelador.
Lavamos bien los limones, los rallamos ligeramente, partimos a la mitad y exprimimos. Reservamos la ralladura y el zumo del limón.
En la batidora ponemos el zumo del limón, la leche evaporada congelada y la nata. Batimos a máxima velocidad hasta que se mezcle bien todos los ingredientes, alrededor de 5 minutos. Antes de retirarlo de la batidora introducimos la ralladura de limón y dejamos batir unos minutos más.
Vertemos en copas individuales, decoramos y listo para servir.
Para los que no les gusten los postres con toque ácido deberán de añadirle más azúcar o bien añadirle leche condensada.
La nata ermol puede ser sustituida por nata para montar a la que le debemos añadir un poco de estabilizante.
Aquí podéis apreciar la cremosidad de este postre:
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