De vez en cuando me apetece tan sólo cenar fruta. Pero hoy se me ha ocurrido preparar una cena de lo más nutritiva a base de yogur y tres frutas que podéis encontrar ahora en el mercado en su justo punto: kiwis, mango y fresas. Si le añadimos un yogur griego bien espeso nos queda este postre con los colores de un semáforo de lo más resultón y con el que, sin duda, sorprendereis además de alimentaros correctamente.
Y es que el kiwi, por ejemplo, es una de las frutas más completas que existen. Su escaso aporte calórico (50 calorías/100 g) contrasta con su riqueza en vitaminas C, E y A, en minerales como potasio, calcio, cobre, magnesio, fósforo y cromo, y en fibra dietética en forma de pectinas. El mango, por su parte, destaca por su alto contenido en fibra, en vitamina C y en betacaroteno. Y las fresas contienen azúcares que son totalmente toleradas por los diabéticos, ácido salicílico (con efecto desintoxicante), vitaminas C y B6, ácido fólico y minerales como el hierro o manganeso.
A todo ello le unimos el yogur, un alimento que une a las cualidades nutritivas de la leche, las del queso, pero con la ventaja que sus proteínas son más fáciles de digerir que las de la leche. Entre sus principales virtudes destaca su efecto beneficioso sobre nuestra flora intestinal.
Así que, con todo esto...¿qué más queremos cenar?
Ingredientes: 3 kiwis; 1 mango; 6 fresas; 12 cucharadas yogur griego; 4 cucharaditas azúcar.
Preparación: Pelar los kiwis y triturar en el vaso de la batidora. Reservar. Pelar el mango y triturar en el vaso de la batidora. Reservar. Quitar la parte verde de las fresas y triturar en el vaso de la batidora. Reservar.
Poner en un bol el yogur, añadir el azúcar y mezclar bien. Reservar.
Para montar el postre elegir unos vasos bonitos (yo he cogido unos que tengo para whisky jajajaja) y colocar en el fondo una capa de kiwi, encima con cuidado una de yogur, encima una capa de mango, encima otra capa de yogur y finalizar con la capa de fresa. Dejar enfríar en la nevera durante 1 hora. ¡Con estas cantidades sale una cena para dos fantástica!