“El Rey refirió a un caballero al Duque de Lerma, a lo que el caballero contestó que de haber podido conseguir esa audiencia no habría tenido necesidad de visitar al rey“
Peter Paul Rubbens
Con estas palabras comentaba uno de los más ilustres visitantes del Real Sitio de Ventosilla, Peter Paul Rubens (1577-1640), la influencia que tenía Francisco Gómez de Sandoval y Rojas, Duque de Lerma, en la Corte de Felipe III – un Lord Baelish del Siglo de Oro Español-. En 1603, Rubens viajó a España, enviado por el Duque de Mantua Vicente I Gonzaga, para ofrecer varios regalos al Rey y al propio Duque, siendo uno de sus frutos este óleo imperial, Retrato ecuestre del duque de Lerma. Rubens incluso se inspiró en paisajes del propio Sitio de Ventosilla, propiedad del duque y lugar de recreo y caza del propio Rey, para completar su trabajo pictórico, finalizado en 1603 en Valladolid y que durante muchos años, hasta 1632, estuvo entre sus rocosos muros. Queda constancia documental que Rubens pasó en mayo de 1603 por este lugar.
“… El señor duque de Lerma me ha escrito al fin para que le mande al flamenco (Rubens) a La Ventosilla, estados que tiene á quince leguas de aquí, para concluir el retrato a caballo, mandado hacer por S.E. y que, á juicio de todo el mundo, va saliendo admirablemente.”
Gregorio Cruzada Villaamil (Valladolid a 19 octubre 1603)
Siempre que me topo con el cuadro, mis ojos van inevitablemente al caballo, uno de los más espectaculares que recuerdo, con unos ojos que nos llevan a glorias pasadas, y en si, la imagen me recuerda también a un cuadro posterior, que pude ver en Viena, como era el de Napoleón cruzando los Alpes de Jacques-Louis David. La mirada del Duque es enigmática, desde arriba nos mira, casi frunciendo el ceño, pero a la vez no parece nada triunfante, como si en el fondo supiera que su grandeza no era limpia u honorable, aunque sin duda disfrutaría como yo de este vino elaborado en sus viejos dominios. Seguro que habrá leyendas sobre el fantasma del Duque, recorriendo las habitaciones de la Posada Real en noches de tormenta.
El PradoRey Reserva 2015 Finca la Mina está elaborado por Bodega Real Sitio de Ventosilla, desde Gumiel de Mercado, y pertenece a la D.O.Ribera del Duero. En entradas anteriores ya hemos comentado muchas características de esta bodega tan especial, incluyendo visitas, así que pasamos directamente a este vino. Es un tempranillo procedente del Pago La Mina, suelos franco-arenosos sanos y profundos con contenido en caliza, con una altura entre 807 y 820 metros de altura, y rendimiento de 3500 kilos por hectárea. Tiene un paso por barrica francesa de 18 meses más otros 6 meses en conos de Nevers. Presenta un color rojo cereza de capa alta, ribete grana, lagrima densa y persistente. Suave nariz, fruta roja madura, vainillas, no marcándose mucho la madera, y con puntos balsámicos; amable entrada en boca, maduro, buena acidez, cuerpo medio, elegante, con un regusto final marcado por las maderas dulces.Mucho mejor al segundo día, recomiendo airear, dadle su tiempo. Era la botella 8197 de 25159. Infanticidio total, este vino merecía un par de años más guardado, pero el confinamiento a veces nos arrebata la lógica por el ímpetu irracional. Me azoto por ello.
R.
Cita obligada el TGF de D.Cristina Garrido Abenza (páginas 20 a 23) curso 2016-2017 de la Universidad de Barcelona.
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