Antes de continuar con este análisis sobre el libro del Éxodo, me gustaría explicar un concepto que puede que no quedara claro en la primera parte. Es cierto que Dios dice en muchas ocasiones que Él mismo haría que el faraón se pusiera terco para que no liberara a los israelitas, pero también es cierto que el faraón en otras ocasiones actúa por voluntad propia. Esto nos explica dos cosas: que no hay nada que escape de la acción y la soberanía de Dios, y que el ser humano, sin embargo, también es responsable de sus acciones. Bien, aquí podemos empezar a hablar sobre el concepto religioso de predestinación, que aquí se refiere a que el destino de la humanidad ya está marcado por Dios antes incluso de que suceda. El ejemplo del Éxodo es muy valioso en ese sentido, porque si el faraón se pone terco es porque Dios así lo está queriendo, y porque es así como debe suceder según Sus planes. Ahora bien, este concepto de predestinación puede traer a la mente preguntas peligrosas porque, ¿por qué razón no íbamos a pensar que el pecado original tuvo lugar solo porque Dios lo quiso? Si esto es así, tendría poco sentido decir que el ser humano es malvado y pecador por naturaleza, porque si tenemos en cuenta la teoría de la predestinación, es el mismo Dios el que le empuja a la maldad. Aclarado este punto, ahora quiero pasar a hablar sobre la falacia que pienso que se esconde tras la afirmación "Dios nos ama a todos por igual":
1. Éxodo 8,9, Dios ordena a Moisés que le diga al faraón las siguientes palabras, en relación a la plaga de tábanos que amenaza con enviar a Egipto:
"Allí (región de Gosen, donde viven los israelitas) no habrá ni un solo tábano. Así sabrás que yo, el Señor, estoy en este país. Haré distinción entre mi pueblo (israelitas) y el tuyo (egipcios)". 2. En el Éxodo 9, 10, Dios le dice a Moisés:"Ve a ver al faraón, pues yo he hecho que él y sus funcionarios se pongan tercos, para mostrarles las grandes maravillas que puedo hacer, y para que tú cuentes a tus hijos y tus nietos la forma en que me burlé de los egipcios y las grandes maravillas que hice entre ellos".
3. En el Éxodo 10, 11, Moisés le anuncia así la muerte de los primogénitos al faraón:
"En todo Egipto habrá gritos de dolor, como nunca los ha habido ni los volverá a haber. Y para que sepáis que el Señor hace diferencia entre egipcios e israelitas, ni siquiera ladrarán los perros a ningún hombre o animal de los israelitas".
4. Y por último, y el más revelador de todos, en el Éxodo 19 Dios admite frente a Moisés que incluso Él tiene hijos favoritos:
Así que, si me obedecéis en todo y cumplís mi pacto, seréis mi pueblo preferido entre todos los pueblos, pues toda la tierra me pertenece".
De los tres puntos mencionados antes, sin ninguna duda es el segundo el que más impacto me ha causado. Dios dice que se burla de los egipcios. En el contexto de la cita, podemos entender que se burla del poder de sus dioses, pero yo percibo incluso algo de malicia, porque Dios se lleva burlando de los egipcios desde el momento en que los castigó a sufrir hambrunas y esclavismo sin ningún tipo de explicación; a no ser que la explicación resida en que los egipcios nunca le adoraron como Dios único y supremo. Con esto nos tenemos que hacer una idea muy clara de lo que es la Biblia, o al menos, lo que es el AT. En ningún caso el amor al prójimo, o simplemente el amor, va a ser lo más primordial que los seres humanos tengan en sus vidas, porque lo que Dios va a valorar sobre todo es la obediencia, y en base a la sumision Él elegirá a sus protegidos
Someterse en el temor a Dios. Ese es el mensaje más claro y más fuerte que podemos encontrar hasta ahora. Irónicamente, los israelitas se libraron de la esclavitud para someterse a un nuevo faraón que recibía el nombre de Yahvé, pues solo si hacían lo que a su Señor le agradaba, obedeciendo sus mandamientos y cumpliendo sus leyes, no sufrirían ninguna de las plagas que los egipcios sufrieron. Desgraciadamente, no se libraron de la obligación de sacrificar a los primogénitos varones. Y no lo digo yo, podéis encontrar esas palabras dichas por Dios/Yahvé en el Éxodo 15,16 y Éxodo 12,13 respectivamente. Teniendo en cuenta la situación de los israelitas antes y después de su liberación, Dios en realidad no es tan distinto de los esclavistas egipcios. Ya nos va quedando un poco menos para el final del ensayo. En la siguiente y última entrada hablaré sobre por qué los conceptos de amor y temor a Dios están tan estrechamente relacionados, además de comentar algunas curiosidades sobre las leyes que Dios establece con los israelitas. Todos los comentarios son bienvenidos.
Fuente de las imágenes:
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