Hay momentos en los que no puedes llevar a tu gato al veterinario de inmediato, o que su condición podría requerir de un tratamiento de primeros auxilios de emergencia antes del viaje. Prepara un kit de primeros auxilios para tu gato en estos casos.
¿Qué preparar?
Prepara una caja con una tapa segura, que se convertirá en el kit de primeros auxilios. Mantén la caja cerca de los suministros de comida de tu gato, para que sepas donde encontrarla cuando la necesites inmediatamente. Mete en esta caja los siguientes elementos:
- Pinzas, preferentemente con las puntas muy afiladas.
- Termómetro rectal. El modelo digital es preferible porque se lee más fácilmente.
- Tijeras pequeñas, preferiblemente con las puntas redondas, para cortar pelo, vendas, cinta adhesiva, etc.
- Gasas estériles y cinta quirúrgica blanca.
- Algodón.
- Agua oxigenada (peróxido de hidrógeno), para la limpieza de heridas.
- Solución lavaojos estéril (las soluciones oftálmicas para personas también valen).
- Limpiador antiséptico.
- Pomada de hidrocortisona para las picaduras de insectos.
- Cuentagotas.
- Bolsa de hielo emergencia. Guarda este artículo en el congelador, y envuélvelo en una toalla antes de usarlo.
- El número de teléfono de tu veterinario, incluidos los números de emergencia y nocturnos. Guarda esta información en un paquete que no se pueda mojar, junto con los registros médicos de tu mascota.
Consejos
- Revisa y recicla tus suministros para que los medicamentos siempre estén frescos y vigentes.
- Guarda los productos derramables en bolsas de plástico con autocierre.
- No utilices el kit de primeros auxilios en lugar de ver a un veterinario en caso de lesiones o enfermedades graves.