Mucho hablamos estos días de propósitos de año nuevo, de cambios de actitud y aptitud, y ya es común utilizar, gracias a los teléfonos inteligentes, con propiedad la palabra resetear. Muchas veces la idea de volvernos a fábrica se nos plantea como una buena solución para ver las cosas desde otro
punto de vista, incluso a veces con la idea de borrar todo lo que nos separa de nosotros mismos. Los reseteos dan mucho miedo, pero a veces es el volantazo que nos permite seguir en la carretera correcta, y ese proceso parece haberse iniciado en esta cooperativa sita en Castrillo de la Vega , fundada en 1956 con 250 socios , y que en la actualidad controla 400 hectareas de viñedo , perteneciente a la D.O. Ribera del Duero . Una nueva gerencia , liderada por Leandro Cornejo , y nuevo personal técnico, buscan dar un enfoque mas actual a la bodega, pero sin perder el encanto de la cooperativa , destinando aún para vino a granel un 25% de su producción, y también una parte para los discutibles por-para , sin duda un buen recurso para equilibrar las cuentas, y poder empujar mejor en el camino para elaborar sus propios vinos. En sendas presentaciones en Burgos pude conocerles un poco mejor.



