Revista Cocina
Ya conocíamos, y hemos hablado aquí, del vino emblema de Bodegas Sierra Norte, Pasión de Bobal. Ayer por la noche pudimos asistir en Bodega Selección de Alicante a una presentación formal de la bodega, y probar vinos de tres de las gamas que elaboran.
Bodegas Sierra Norte nace oficialmente como bodega en 1999, aunque realmente van ya por la tercera generación de viticultores. Sus viñedos están situados en el extremo noroeste de la comarca de Utiel-Requena, cerca del municipio de Camporrobles, y a 900 metros de altura, lo que otorga a sus vinos unas características que les alejan de lo que se entiende habitualmente por "vinos mediterráneos".
300 Ha de viñedo controlado y 67 Ha de viñedo en propiedad, con distintos tipos de suelo, trabajado totalmente en ecológico por convencimiento, aunque sus etiquetas no lleven ningún tipo de mención, ya que según palabras de los responsables de la bodega, en España esto aún puede hacerte perder consumidores.
De la mano de Manolo Olmo, enólogo y gerente de la bodega, pudimos ayer conocer de primera mano tres de las 7 líneas de vino que elabora la bodega, y que nos dieron una idea bastante clara del resultado de su trabajo.
Empezamos con los blancos probando el Fuenteseca Blanco 2012 (DO Utiel-Requena, blanco joven 80% Macabeo y 20% Sauvignon Blanc), elaborado mediante maceración prefermentativa en frío, fermentación en inox a baja temperatura y una estancia de unos dos meses en depósito de acero con sus lías finas. Tiene un color amarillo pálido con reflejos dorado claro y acerados. La nariz es muy de Sauvigon aunque sólo lleve un 20%, con fruta blanca y tropical muy madura, lichis y algo de hinojo. En boca es seco, con acidez fresca y un mínimo amargor, quizá algo hueco. Mejor nariz que boca.
El segundo blanco de la cata fue el Mariluna Blanco 2012 (DO Valencia, blanco joven 60% macabeo, 20% Chardonnay, 20% Sauvignon Blanc). Maceración prefermentativa en frío, fermentación en inox a 15ºC y reposo de unos dos meses en depósito sobre sus lías. Un vino de un color amarillo alimonado pálido, con reflejos pajizos, muy bonito y brillante. Nariz discreta en intensidad, le costó abrirse, dando inicialmente fruta blanca y tropical, apareciendo con el tiempo en copa cítricos, piña y algo de flores blancas. En boca tiene una buena acidez, presencia, es mínimamente graso y bien envolvente. No está mal, muy buena evolución en copa.
Pasamos al único rosado de la noche, Pasión de Bobal Rosado 2012 (DO Utiel-Requena, rosado 100% Bobal), elaborado con uvas vendimiadas antes de la plena madurez fenólica, maceración pelicular a baja temperatura para extraer aromas pero no pigmento, fermentación en inox y reposo con sus lías antes del embotellado. Viste de un color frambuesa pálido, con reflejos cobrizos, muy provenzal. Buena intensidad aromática, con fruta roja dulzona (cereza, frambuesa), discreto recuerdo de piruleta y notas florales. En boca es seco, fresco, muy frutal, seco y con un discreto tanino final muy agradable. Va evolucionando en copa, sacando más matices florales y cambiando poco a poco. Muy rico, gustó mucho.
Empezamos los tintos con Fuenteseca Tinto 2012 (DO Utiel-Requena, tinto joven 60% Bobal, 40% Cabernet Sauvignon). Combinación de maceraciones semicarbónicas y maceraciones en frío de cada variedad por separado para un vino de color picota de buena capa, con ribete violáceo. Aromas intensos, dulzones, con cereza muy madura, punto de violetas y fondo de Cabernet. En boca seco, de cuerpo medio, frutal pero con final muy secante que hizo que no me entusiasmara.
El segundo tinto de la sesión fue Mariluna Tinto 2011 (DO Valencia, tinto con barrica 60% Bobal, 20% Tempranillo, 20% Monastrell). Maceraciones prefermentativas en frío, fermentación alcohólica a temperatura controlada y paso a barricas de roble francés donde hace la maloláctica y una crianza de 4 a 6 meses. El resultado es un vino de color picota bien cubierto, brillante, con ribete violáceo. A copa parada dominan los aromas de la madera, pero dan paso rápidamente a fruta roja y negra maduras y a un punto especiado, con el tiempo en copa despliega notas balsámicas. En boca es seco, frutal, de buena acidez y final algo secante bastante largo. No me volvió loco, pero no está mal. Mejoró mucho con tiempo en copa y temperatura.
Terminamos con el vino bandera de la bodega, uno de los vinos que volvió a dar a conocer la Bobal como casta capaz de originar vinos de calidad. Pasión de Bobal Tinto 2011 (DO Utiel-Requena, tinto con crianza 100% Bobal) se elabora con a partir de viñedos de más de 60 años, vendimia manual y esmerada selección de racimos, maceración prefermentativa en frío y breve fermentación alcohólica a bajas temperaturas con levadura indígena; maloláctica y crianza de unos 6 meses en barrica de roble francés de primer año, pero que se ha envinado durante 7 a 10 días con vino blanco. Así tenemos un vino de color picota bien cubierto, con ribete rubídeo granatoso. Nariz elegante y fina, de buena intensidad, especiado y balsámico sobre un fondo de fruta roja y negra y algo de lavanda; con el tiempo notas de monte bajo. En boca es seco, fresco, elegante, con buena acidez, con ahumados en el retronasal y un tanino dulce pero presente. Un vino diferente al de la añada 2009 que ya había probado, pero que sigue gustando mucho. Con complejidad pero fácil de beber.
Podemos decir que estas tres líneas de vinos tienen peculiaridades muy diferentes, que las orientan a distintos consumidores. Fuenteseca son vinos más sencillos y directos, con pocos matices, fácilmente identificables, quizá destinados a un consumidor más esporádico. Mariluna son vinos ya con mas entidad y presencia, que veo orientados a acompañar comidas sencillas y tapeo. Por último, la gama Pasión nos trae ya unos vinos más serios, más complejos, con matices cambiantes, que me hacen pensar en un consumidor más habitual, que disfruta buscando estos detalles en el vino.
Una bodega que hace bien las cosas y con unos vinos, los Pasión, que creo que van a ser habituales en mi vinoteca.