La buena fama precedía a esta joven bodega ribereña, Bodegas Marta Maté, con sede en Tubilla del Lago, aunque la mayor parte de sus viñedos se encuentran en Gumiel de Mercado. Su historia no es la típica , basada en continuar los pasos de los antepasados , creando vinos siguiendo la tradición, sino que son un grupo humano, cargado de mucha ilusión, muy buena preparación, y cero prejuicios a la hora de la viticultura ; la bodega arranca en 2008, contando con un viñedo de 25 hectáreas de tempranillo con una altura media de 920m , rendimientos entre 3500/4000 k/ha , y están experimentando con uva merlot ; profesan también la cultura biodinámica en la viticultura, así como una búsqueda del equilibrio del microecosistema que habita los viñedos, recuperando fauna y especies vegetales ; especialmente interesante me pareció su explicación sobre la microrrización de las viñas con hongos glomus spp , en la nuevas cepas de merlot, ya que son pioneros en esta nueva técnica de plantas felices .
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Tras los datos de la bodega, tocaba probar los vinos, arrancamos con el Viñas del Lago 2015 , un coupage de tempranillo , con un poco de albillo y garnacha, vendimiando de 24 majuelos a una altura de 900m , y viñas centenarias , con un paso en barrica de 12 meses, mayoritariamente francesa y americana; color rojo cereza, capa alta y ribete cardenalicio, intensidad media en nariz, marcadamente frutal con notas florales, potente entrada , glicerico, marcada acidez nada desagradable, con la madera muy en segundo plano, casi inapreciable, le falta botella , pero su nariz es muy sensual, un vino muy personal, alejado de los arquetipos ribereños . Tras él, apareció en las copas El Holgazán 2014 , nombre proveniente del pago de la misma denominación, un tempranillo con 6 meses de barrica francesa y americana, a una altura sus viñedos de 850m ; color cereza de capa alta, ribete grana, imponente, fruta roja madura, profundo en nariz, notas balsámicas, cremoso, cuerpo medio, regaliz negro, amable acidez, buena largura , con un recuerdo final a regaliz negro y chocolate , un vino “roble” espectacular y aún con tiempo por delante. Pronto llego el Marta Maté 2013 , tempranillo con 14 meses en barrica francesa y 3 meses más redondeándose en fudres ; rojo picota de capa alta, ribete grana, en nariz le costó algo abrirse, marcada reducción y notas terciarias que pronto dejaron ver un vino con buena intensidad aromática, fruta rojo y negra madura, especias, algún destello de juanolas, en boca se me marcó mucho la barrica, con notas de fuego, buena largura, un vino que me gustaría volver a probar, quizá en otra añada, en esta al menos, demasiada presencia de la madera para mi . El fin de fiesta vino con el Primordium 2011 , un tempranillo con 18 meses de barrica francesa, un ribera poderoso y seductor, color rojo picota de capa alta , sin mácula del paso del tiempo, ribete grana y lagrima densa y poderosa; potente nariz, explosivo. fruta negra, madera muy sutil ya, notas minerales, tinta china, tanino marcado y bien pulido, largo y con un buen cuerpo, una delicia ribereña de esas que parecían perdidas, aún tiene un punto glicerico, vino cachas pero que lleva a disfrutar de el copa a copa, muy recomendable.
Otra Ribera es posible, esta bodega nos reafirma en ello; la madera de sus vinos apenas se hace perceptible mas que el 2013, y pudo ser un problema de botella, pero sacan lo mejor de la Ribera en ese Primordium por el que parece no haber pasado 6 años. Habrá que seguirles de cerca.
R.
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