Vas a tener un hijo, y, como es normal, te preocupa la reacción de tu perro a la llegada del bebé. Es un paso importante, y al que tenemos que prestarle una atención máxima si queremos que el animal se sienta bien. Muchas personas renuncian a no tener mascotas o directamente las entregan a las perreras o refugios de animales, a causa del miedo a la posible mala reacción del animal. Sin embargo muchas familias conviven felizmente con el bebé y la mascota.
Para saber lo que conlleva la presentación del nuevo bebé al perro, primero debes saber que es una de las mejores maneras de ayudar a evitar fricciones y celos entre el bebé y tu perro. Algunos celos padecerá, naturalmente, pero tomando algunas precauciones no tiene por qué hacer infeliz al animal algo que a su dueño le hace tan feliz.
Antes de la llegada del bebé.
Lleva a tu mascota al veterinario para hacerle un chequeo completo, unos meses antes de que llegue el bebé. Los gusanos y parásitos que puede tener el animal son directamente perjudiciales para el bebé.
Si el perro no está estirilizado o castrado, éste es un buen momento para hacerlo, ya que, de lo contrario, puede traer más de un problema adicional para el bebé.
Los perros son animales de costumbres. Tienes que tratar de mantener su rutina lo más normal posible tras la llegada del bebé. Por esto, es recomendable anticipar algunos cambios para el ajuste del animal a la hora de la llegada del bebé, ya que se evitarán cambios bruscos cuando llegue el momento, tanto con el horario del paseo diario, como con la nueva área de juego, etc. En resumen, es mejor no hacer muchos cambios a la vez, sino paulatinamente.
Tienes que permitir que tu perro explore todo lo del bebé: su habitación, su cuna, el cambiador, la alfombra, el armario, etc. Además deberías aplicarte las lociones que tengas preparadas para cuando el bebé ya esté en casa, para que el animal se vaya familiarizando con los olores y objetos, tales como el gel, las cremas, las colonias, los polvos de talco, etc.
Los perros confían al 100% en su sentido del olfato, por lo que la familiaridad con los nuevos olores de bebé le ayudará a reconocerlo como parte de su familia cuando éste llegue a casa. Si es posible, permite al perro que huela la ropa que ha utilizado el bebé nada más nacer antes de que llegue a casa, puesto que también le ayudará a familiarizarse con el pequeño. Además, le intentaremos hacer llegar el primer pañal que ensucie el bebé al animal, para que lo huela y retenga ese olor también como algo familiar.
Nunca debes permitirle al perro dormir en los muebles del bebé o jugar con sus juguetes. Él tiene que saber que eso no es para él, sino que son para el bebé, y los debe tratar como tal. Los juguetes que tenga el perro, no se tienen que parecer a los que pueda tener el bebé, ya que un perro puede arrancarle el juguete de la mano al bebé sin querer hacerle daño, sólo porque se crea que es el suyo.
Haz una pequeña prueba, dejando al perro con niños pequeños, y así verás cómo reacciona, y también te servirá para identificar e intentar solucionar cualquier posible problema que pueda surgir.
La llegada del bebé.
Cuando el bebé llegue a casa, otra persona debe sostener al bebé mientras tú, tranquilamente, saludas a tu perro. Ha pasado unos días sin verte y necesita ver cómo le sigues prestando la misma atención que siempre. Le tienes que saludar felizmente y contarle que le has echado mucho de menos y te has acordado mucho de él.
Llévale un juguete nuevo al perro para que asocie la llegada del bebé con algo positivo.
Después de la emoción del perro por tu regreso a casa, debes comenzar a introducir a tu perro en la rutina, ahora ya con el bebé. Deja que el perro huela al bebé, a su ritmo, tanto la piel como la ropa, siempre bajo tu supervisión y mientras tu sostienes al bebé.
Nunca dejes al bebé desatendido y sólo con tu mascota. Los movimientos o aspavientos del bebé pueden asustar al perro y hacer que lo muerda en defensa propia, además de que un bebé no es capaz de empujar al animal y el perro puede ahogarle accidentalmente.
Si a todos estos pasos desde la llegada del bebé a casa, tu perro reacciona de manera agresiva, mete al animal en una habitación hasta que esté tranquilo, y cuando lo haya conseguido, inténtalo de nuevo.
Lo más importante de la llegada de un nuevo bebé a casa cuando tenemos una mascota, es que el animal nunca se sienta a un lado, o que ya no ocupa el mismo sitio que antes de llegar el bebé. Debes hacerle entender que sois una familia, y que sigue ocupando el mismo lugar que antes, sólo que ahora lo comparte con una pequeña persona.