Me gustan las personas imperfectas. Me gustan las personas que tienen historia. Ellas son las que más me enseñan, las que más me inspiran, las que hacen que vea el mundo de otra manera, que aprenda de ellas y también de mis errores. Que me sienta grande incluso cuando me veo pequeña, cuando me pierdo y no sé qué quiero de la vida.
Las personas que muestran su vulnerabilidad son las más fuertes, las más valientes. Las que cambian, crecen, evolucionan, fracasan, se levantan y siguen.
Este artículo va dedicado a todos vosotros, mis lectores, seguidores, bloggers, personas que han llegado por casualidad a mi blog y puede que se marchen en unos segundos. Éste es mi homenaje y mi despedida del 2015. Un artículo que resume lo que siento y lo que necesito expresar en estos días en los que me siento melancólica y alegre a partes iguales.
De cuando en cuando recibo críticas o reproches sobre mi forma de pensar. Unos me llaman "progre" porque estoy en contra del consumismo exacerbado y la obsesión por la apariencia y los bienes materiales. Otros me tacharán de conservadora, pues apoyo los valores morales y defiendo el respeto en todas sus manifestaciones (lenguaje, gestos, cortesía).
Soy imperfecta, soy indecisa, soy perezosa, pero a la vez valiente, decidida cuando tengo que serlo y puedo hacer las cosas bien, si me lo propongo. No soy muy diferente de ti. Todos somos únicos y a todos nos une algo más grande que cada uno de nosotros: ese algo que va más allá de nosotros, ese algo que nos trasciende.
Nuestra sombra: la grandeza en cada uno de nosotros
Y es que en realidad todos somos uno, aunque parezca que estamos separados. Todos llevamos grandezas y miserias dentro. Este artículo es un tributo a nuestras sombras y nuestras luces, a lo efímero y lo eterno, a lo grande y lo pequeño que se esconde en nuestras almas, repletas de deseos de amor, eternidad y sabiduría.
Hace poco escribía un artículo en el que contaba que no éramos nuestra historia. Igual no me había expresado del todo bien.
Todos tenemos una historia. Nuestra historia nos marca, nos guste o no. Lo importante es que nuestra historia no nos determine, no haga que no queramos avanzar por creer que somos menos.
Todo lo contrario: nuestra historia nos hace más grandes. Nuestras miserias, nuestro dolor, nuestras derrotas y fracasos... nuestra sombra. Esto es lo verdaderamente grande. No temer esa sombra, no alejarnos de ella, no huir, sino aceptarla, abrazarla, darle un espacio en nuestra vida, como diría Marta Ocampo, una de las mejores profesoras que he tenido.
Yo he conocido a grandes personas: personas que habían sufrido, o habían tenido una vida insípida, habían tenido alegrías o se pasaron en exceso. Personas llenas de rabia y desamor. Personas que se buscaban y se equivocaban sin remedio. Personas que no sabían qué querían hacer en la vida. Personas que hacían daño a otros, porque buscaban desesperadamente ser amadas y aceptadas. Personas que se hacían daño a sí mismas porque no veían otra manera de encontrar el amor que buscaban.
Una de esas personas también era yo. Con mis errores, mis búsquedas, mis fallos, mis tropiezos, mis lágrimas, mis inseguridades, mis secretos, mis miedos, mis sinsentidos...
No, no tenía una vida perfecta, aunque a priori pareciera que sí. Estaba llena de culpa y remordimientos. No vivía como sabía que había que vivir. Vivía ajena a mí en todos los sentidos: a nivel personal, de pareja, a nivel laboral... Sólo me salvaba el arte: me salvaba escribir.
Siempre tenía una novela a medio hacer entre manos. Y mis novelas estaban pobladas de esas personas. Personas grandes, personas pequeñas, con sus historias, sus dolores, sus alegrías.
Cuando me preguntan por qué quise dedicarme al coaching, a veces no puedo dar una respuesta de golpe. Hay muchas razones -me encanta escuchar a otros, me encanta ayudar, me encanta reflexionar, encontrar respuestas, indagar en las cosas, ver soluciones en todo, ver lo positivo en lo más duro...-. Pero la razón principal es algo que se llama vocación y creo que el coaching es esa vocación que he descubierto a través de una profesión. Y es que yo empecé el camino de coaching mucho antes, en mis primeras novelas, cuando todavía era adolescente, buscándome en este mundo tan grande y tan incomprensible a veces.
Buscando tu propósito en la vida
Puede que tú también estés buscándote en estos momentos. Ahora que comienza un año nuevo. Curiosamente para mucha gente que conozco 2015 no ha sido el mejor año. Muchos lo tachan de año difícil, de año en el que los deseos no se han cumplido, un año incluso raro.
En mi caso ha habido de todo: grandes logros (mi nueva web, el título de coach profesional, una casa estupenda que hemos conseguido por pura casualidad, mis primeras charlas y talleres, vencer mi miedo escénico, estar a punto de lanzar mi primer curso online...) pero también ha habido sueños y deseos que todavía no se han hecho realidad y que no sé si me traerá 2016.
Pero para serte sincera no creo que el hecho de cambiar de año cambie de raíz nuestras vidas. En realidad lo que cambia somos nosotros, no el año. Podemos tener suerte y alcanzar grandes cosas casi por casualidad, pero lo lógico es que la suerte la fabriquemos nosotros: con nuestro esfuerzo, con dedicación, con ilusión, con ganas.
Y también a través de la búsqueda, la introspección, el preguntarse, atrevernos a lo nuevo, salir de nuestra zona de confort, luchar, no rendirnos, levantarnos cuando hayamos caído por enésima vez. Esto no depende de la fecha ni de la suerte: depende de cada uno de nosotros. Depende de ti. Depende de mí.
Espero que este nuevo año encuentres esa fuerza que necesitas para afrontar tu vida de la mejor manera posible: consigas tus objetivos o no. Ser feliz, disfrutar de cada instante, por pequeño que sea, dar primeros pasos para conseguir tus propósitos... todo suma.
Mi primer deseo cumplido en 2016
Y para terminar, quiero darte una muy buena noticia. Llevaba preparándolo desde hace tiempo, hablando de ello desde mayo del año pasado. Y está a punto de hacerse realidad: acabo de subir a mi canal de Youtube el trailer de mi primer curso online. Un vídeo realizado con mucho cariño, dedicación, con la ayuda incondicional de mi pareja. Lo hemos grabado en 3 ciudades europeas distintas. ¿Reconoces alguna?
Se trata de un trailer inicial, no definitivo. Una presentación en vídeo de lo que va a ser mi primer proyecto online, MailCoaching para encontrar tu pasión. Me encantaría que lo vieras y me dieras tu opinión. ¿Te parece interesante? ¿Qué te transmite?
Además, si te suscribes al curso ya, podrás obtener un descuento increíble en su oferta de lanzamiento.
Y por supuesto me harás un grandísimo favor compartiendo el vídeo en las redes sociales. Y es que como bien sabes, estoy empezando en esto de formación online, y la mejor manera de poder llegar a más gente es con tu ayuda. Te agradecería muchísimo este pequeño gesto de tu parte
Para mí sería un verdadero regalo.Sólo me queda desearte todo lo mejor para este 2016. ¡Que sea un año de verdadera transformación para todos!