Siendo este blog mayormente dedicado a música de los 60 y 70, publicar el obituario de cada músico fallecido sería convertirlo en una necrológica permanente, como esa página del Clarín llena de crucecitas. Hay excepciones cuando el acontecimiento me llama a otra reflexión, o como recientemente con Gato Barbieri, mas que nada para compensar su falta de difusión en medios populares.
Aún así puedo ver que ante la desaparición de una estrella -por caso Prince- algunas viejas publicaciones son visitadas repentinamente por mucho público, y ahí aprovecho para releer una de Septiembre de 2011 donde escribí: Prince tampoco está ahora en un momento de máxima popularidad, producto de sus propias rabietas con la industria, pero me sigue pareciendo un gran guitarrista, con excelentes canciones y personalidad avasallante. http://algomasquerockandroll.blogspot.com.ar/2011/09/prince-cream.html
Noto especialmente que alguien podría considerar la segunda mitad del párrafo como un elogio peyorativo, del tipo "Rick Wakeman ha desarrollado bastante velocidad con los dedos" o "Paul Auster maneja de gran forma el uso de la puntuación". Por supuesto la intención no ha sido esa, y la entrada en definitiva apuntaba a otro tema como es el de la aparición del CD y sus reproductores, pero con la muerte del artistay lo que significa para quienes lo consideran uno de los mas grandes de todos los tiempos, parece poco.
Y aunque no pueda aplicarse específicamente a este caso (pocos pondrán en duda la influencia de Prince en el Rock de los últimos 30 años) puedo agregar que la repentina valorización que suele hacerse de un músico cuando muere no me parece oportunista ni hipócrita. Ante cada nuevo disco de una figura con prestigiosos antecedentes decretamos que no está a la altura de sus clásicos o cosas por el estilo, pero con la certeza que ya no grabará un nuevo disco (mas allá de ediciones póstumas) se hace hora de tomar su obra completa en perspectiva para dimensionar el tamaño del poster.
Esta publicación es entonces una reparación histórica que nadie necesita excepto yo, y porque últimamente me he puesto a escuchar algunos de sus viejos discos, y a buscar otros que me faltan. ¿El título en brasileiro? Porque sí nomás...