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Proleterka - Fleur Jaeggy

Publicado el 22 julio 2019 por Rusta @RustaDevoradora

Proleterka - Fleur JaeggyEdición: Tusquets, 2004 (trad. María Ángeles Cabré)Páginas: 136ISBN: 9788483102602Precio: 11,00 €Leído en versión original (Proleterka).
Autora de culto, rara avis de las letras italianas (y de la narrativa contemporánea en general), una aproximación muy personal al hecho literario. Todo esto puede decirse de Fleur Jaeggy (Zúrich, 1940), una escritora quizá poco prolífica –desde su debut, en 1968, ha publicado siete novelas breves y un libro de relatos–, pero de una exquisitez extraordinaria. Pese a haber pasado la mayor parte de su vida adulta en Italia, y de haber elegido este idioma como lengua de creación, su obra, de vocación intimista, presenta una naturaleza más centroeuropea que transalpina, tanto en el argumento, que recrea ambientes proclives a la interculturalidad (un internado selecto, un crucero), como en la voz, menos propensa al exceso que los narradores mediterráneos al uso. Es, de hecho, contenida, seca; el pulso firme de una cirujana, la mente disciplinada de una intelectual que no baja la guardia. De su producción hay que destacar Los hermosos años del castigo (1989), que explora las amistades femeninas en un internado, y Proleterka (2001), donde sobresale el tema del distanciamiento entre padre e hija.Una mujer siente el deseo de ver las cenizas de su padre, fallecido muchos años atrás. Así comienza esta historia sobre la incomunicación entre un hombre y su hija, tan cruda como la imagen que evoca esa primera página. La mujer rememora su pasado, un crucero que hizo con su padre por las islas griegas, a bordo de la nave Proleterka. Por aquel entonces, ella era una adolescente taciturna que apenas había estado en contacto con él; el viaje pretendía ser una suerte de punto de encuentro. Durante el viaje, no obstante, tampoco se relacionaron demasiado, más allá de los almuerzos compartidos. La joven heredó sus ojos claros, gélidos, tan distintos a los de la familia materna, un rasgo que la une a su progenitor sin quererlo. Poco a poco, la narradora deshace el nudo paternofilial para explorar los entresijos familiares (su estatus venido a menos, la pertenencia del padre a una congregación, la infancia desdichada, la relación asimismo complicada con la madre, los secretos del clan). Mientras tanto, en sus andanzas por el barco, la chica se hace mayor; este es, en parte, un libro de formación.Hay una especie de «misterio» en la escritura de Fleur Jaeggy, en la cadencia hipnótica con que aborda los vínculos afectivos fríos, insondables; un rasgo complicado de describir, pero fácil de reconocer en cuanto se empieza a leerla. Tanto en esta novela como en Los hermosos años del castigo profundiza en el rol de la adolescente solitaria, herida, alejada de sus padres, una muchacha criada entre varias culturas, sin anclaje, o con un anclaje cuando menos frágil. El resto de personajes tampoco son mucho más vivaces; reina el desapego, un ambiente en el que los silencios cuentan tanto o más que lo que se dice. Ese alejamiento se articula en la voz narrativa, que salta del «yo» con que empieza la novela a «la hija de», para referirse a ella misma en tercera persona, según el contexto, para plasmar ese freno que en ocasiones le impide identificarse como hija. No sigue una narración lineal; el texto se compone de capas superpuestas, que enriquecen y matizan cada página.

Proleterka - Fleur Jaeggy

Fleur Jaeggy

Fleur Jaeggy insinúa, no mastica. Elusiva, pulcra, sutil, de frases cortas y afiladas; es más una estilista fina, de las que buscan la palabra exacta, que una narradora de historias. El tono, sobrio, sin una pizca de sentimentalismo, va acorde con el desapego general de la obra. Si se pudieran atribuir los valores de una persona a la literatura, los libros de esta autora serían como una mujer seria y reservada, inteligente y tenaz, de las que no hacen aspavientos pero van al grano con diligencia. Sensible, también, aunque es la sensibilidad de quien evita quejarse, de quien no pierde el control; dura, impenetrable. Una gran autora, en definitiva.

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