El instrumento básico para la manipulación de la realidad es la manipulación de las palabras. Si tu puedes controlar el significado de las palabras puedes controlar a la gente que utiliza esas palabras. Philip Dick.
Cualquier analista sabe lo que significa la propaganda, así que no voy a extenderme demasiado en el tema. Simplemente, para hablar todos de lo mismo en este post, podemos hacer alusión a una de las múltiples definiciones que encontramos al respecto. Según el Dictionary of Military and Associated Terms del Departamento de Defensa de los Estados Unidos, “propaganda” puede definirse como:
Any form of adversary communication, especially of a biased or misleading nature, designed to influence the opinions, emotions, attitudes, or behavior of any group in order to benefit the sponsor, either directly or indirectly.
Veamos un claro ejemplo extraído de un post titulado Ejemplos de propaganda (que no publicidad) política a través de la historia.
Todos sabemos que si hay algo que define especialmente este tipo de prácticas es la carga emocional que llevan consigo, ya sea en forma de imágenes, mensajes de texto, o como en este caso, mezclando ambos formatos para evocar una semántica que no es explicita: el riesgo del sufrimiento de “nuestros hijos” bajo un posible régimen nazi triunfador, por falta de recursos económico para combatirlo.
Es evidente que este cartel es una bomba de emociones, que además, nos obliga a visualizar el peor de los escenarios empujándonos a una prospectiva inconsciente (como lo de “no pienses en un elefante blanco”).
El cartel nos inyecta miedo por el futuro de los hijos, culpa si no colaboras, compasión hacia los más débiles y desprotegidos, ira contra el invasor diabólico, sentimiento de pertenencia a una nación, nos hace sentir como héroes triunfadores del “eje del bien”, etc.
Y si quisiéramos rematarlo, podríamos añadirle todavía más presión al mensaje a través de preguntas como “¿te vas a quedar sentado?”, “¿vas a mirar a otro lado?”, “tu vecino ya lo ha hecho, ¿y tú?”, muy típicas, por otro lado, de las campañas generadas por las ONGs.
Para demostrar cómo una fuerte carga emocional puede llevarnos a tomar decisiones, a veces, incluso “sin sentido”, se ha puesto de moda la neurobiología de las emociones, que nos deja muy clara “La participación emocional en la toma de decisiones” (Vicente Simón, Universitat de Valencia):
Por otro lado, las investigaciones neuropsicológicas han revelado la importancia de la corteza prefrontal en la toma de decisiones, poniendo de manifiesto la íntima colaboración de los mecanismos límbicos emocionales con las funciones anticipatorias y planificadoras de la corteza prefrontal.
Para manipular eficazmente a la gente, es necesario hacer creer a todos que nadie les manipula. John Kenneth Galbraith
Una buena campaña de propaganda rebosa creatividad, pero además tiene en cuenta una serie de elementos, que si el analista conoce, pueden ayudarle a obtener información útil más allá del mensaje de la campaña. Por ejemplo: en el cartel nos animan a comprar bonos de guerra. ¿Por qué? ¿Qué puede estar pasando para necesitar recursos económicos? Un buen analista es como un niño que se hace muchas, muchas y muy raras preguntas.
Algunas de las claves sobre las que hacernos preguntas:
Objetivo: ¿qué se busca conseguir? Sin duda, el más interesante para el analista. ¿Qué hace que una nación o una organización decida invertir tiempo, dinero, creatividad, recursos, energía, ... en crear una campaña propagandística? Si lo hace, es porque lo necesita. ¿Qué necesita? En el caso de este cartel, recursos económicos para pagar la guerra.
Target: ¿a quién va dirigida la propaganda? Puede ser generalista o impactar directamente en un nicho al que se considera “más vulnerable”. También puede darnos mucha información sobre el objetivo. En el caso del cartel, es más o menos generalista, pues va dirigido a todos aquellos americanos que tengan liquidez para comprar.
Objetivo del mensaje: ¿qué se pretende con el mensaje? En este caso, que los ciudadanos americanos compren bonos de guerra.
Mensaje: La semántica del mensaje. ¿A qué emociones apela? ¿Cómo pretende conmover? ¿Qué tipo de lenguaje utiliza? ¿Cómo construye la argumentación? Etc. Evidentemente el tagline pretende enganchar a través del miedo y la culpa.
Medio: Analizar el medio a través del cuál llega la propaganda también puede ser útil para el analista. Y aquí entramos de lleno en la “ revolución del #socialmedia ” en la que estamos inmersos hoy en día.
El #socialmedia como medio de difusión de propaganda
Con todo el revuelo surgido de la primavera árabe, muchos analistas han despertado al poder de las redes sociales y el #socialmedia como medio de difusión de propaganda y movilización social.
Este es el momento en el que me gustaría incidir en algo que me parece particularmente grave: confundir el continente con el contenido.
Estamos en la era de la tecnología, y en mi humilde opinión, vivimos tan fascinados con ella que a veces olvidamos que la tecnología es una herramienta, un apoyo como puede serlo un martillo y un clavo. ¿Pero qué pasa si se los damos a un gato? ¿Podrá colgar el cuadro?
El analista, no es analista por las herramientas que utiliza, sino por “cómo es su red neuronal”. De ahí que sea tan importante potenciar el pensamiento creativo y el pensamiento crítico, como dice Jose María Blanco en su blog y sus clases y conferencias.
Dicho esto, evidentemente las herramientas facilitan nuestra labor. Y también pueden convertirse en un medio de riesgo para la seguridad, como es el caso del Social Media y las Redes Sociales por ser difícilmente censurable (¡y menos mal! Que para censuras ya tenemos los medios de comunicación tradicionales).
¿De dónde viene el riesgo? Es cierto que el hecho de que estas herramientas sean gratuitas y estén al alcance de cualquiera aumenta la posibilidad de que sean usadas para cualquier fin, sin embargo, el verdadero riesgo viene de aquellas organizaciones que han sabido adaptarse al medio y han encontrado la forma de usarlo para hacer propaganda. Por tanto, el riesgo está detrás de quien usa las Redes y no en las Redes en sí, aunque las podamos considerar “facilitadoras”.
No hay duda de que cada país reflexiona sobre este riesgo a su manera. Por ejemplo, como ya lancé por mi Twitter hace tiempo, Israel ha despertado a este potencial y ha “reclutado” un montón de jóvenes, nativos digitales para tomar las riendas de la seguridad en este nuevo medio digital. Y ni que decir tiene las ampollas que está levantando el asunto del espionaje en Redes Sociales con el software RIOT.
Si quieres reflexionar un poco sobre la ética de este tipo de prácticas te recomiendo el libro Terror on the Internet, de Gabriel Weimann que tuve la oportunidad de leer para un review que me invitaron generosamente a publicar en el International Journal of Intelligence Ethics.
¿Por qué son tan atractivas las Redes Sociales o el Social Media para la propaganda?
La confianza sirve en las conversaciones más que el ingenio. François de la Rochefoucauld (1613-1680).
Uno de los mayores potenciales que tiene la Red es su capacidad de viralización, muy difícil de controlar.
En este sentido, la recomendación o la propaganda suele venir de tu amigo, esa es la capacidad de viralización. ¿Por qué? Porque el mensaje “no viene del cielo” (literal, cuando se lanzaba desde aviones), no lo emite una organización o nación como entidad difusa.
No, en la Red todo tiene nombre y apellidos. Cuando nos llega un mensaje de crítica social hacia la clase política española, nos llega de nuestro grupo de amigos o conocidos, gente en la que confiamos. Entonces, el sentido de pertenencia “a la manada” y el comportamiento gregario “todos para uno y uno para todos”, activa el impulso de dar validez a dicho mensaje y colaborar en la rápida difusión del mismo. En definitiva, la emoción toma las riendas y en vez de validar esa información nos sentimos obligados a colaborar con “el grupo” casi sin pensar.
Por otro lado, otras de las ventajas de este nuevo medio de comunicación es la velocidad y facilidad en la transmisión del mensaje y/o del diálogo. Es decir, no es sólo que recibas en tu Twitter: “Manifestación contra la clase política día X”, sino que es:
Mensaje de tu amigo: Manifestación contra la clase política día X, difúndelo entre tus amigos.
Pregunta que le haces a través de una Red Social: ¿vas a ir?
Responde: sí. Estoy harto de todo esto. Cuantos más seamos, más ruido haremos.Tu respuesta: no sé... no veo que sirva de nada.Responde tu amigo: por intentarlo no perdemos nada, ¿no? Tu respuesta: bueno... ya veremos.Responde tu amigo: ok. Si vienes, después podemos aprovechar para tomar unas cañas. Dame un toque.
Toda esta conversación ha tenido lugar en menos de dos minutos, y no hemos tenido que reunirnos de modo clandestino para hablarlo, ni hemos tenido que piratear una señal de radio para difundirlo o pasárnoslo en una hoja escondida de unos a otros. En definitiva, está a nuestro alcance, en cualquier momento del día y desde cualquier lugar. Sólo se necesita conexión a Internet y un dispositivo para comunicarnos.
Pero repito, la clave no son las herramientas, sino las personas que hay detrás de ellas capaces de saber cómo sacarles el máximo partido. Y es por eso que considero que para el analista español es urgente comprender cómo funcionan, porque seguramente le serán útiles en su búsqueda de información, incluso HUMITN, o como una pieza de puzzle de su OSINT.
Los de marketing y marca nos llevan ventaja
Quizá sea una de las pocas ocasiones en las que el circuito del “descubrimiento” haya ido al revés que de costumbre. Generalmente son el ejército y la seguridad el punto de partida para utilizar determinada práctica para el ámbito empresarial. Ni que decir tiene la fama que ha adquirido en Estrategia el libro de “El arte de la guerra” que casi se estudia en todas las escuelas de negocios.
Sin embargo, en esta ocasión considero que el mundo de la seguridad e inteligencia tiene mucho que aprender de lo que ya están haciendo desde el ámbito del marketing. No sólo por cómo son capaces de montar campañas eficaces, sino también por todo el análisis posterior que se puede llegar a realizar: impacto, alcance, perfiles de influencia, mensaje más difundido, horas de mayor difusión, idiomas, velocidad de respuesta, ROI, etc.
Existen en el mercado un montón de herramientas para Social Media Analysis que pueden ser utilizadas para monitorizar los movimientos de organizaciones o “lobos solitarios” considerados de riesgo por la comunidad de seguridad e inteligencia. ¿Por qué no aprender a utilizarlos?
Veamos un ejemplo de cómo lo verdaderamente importante es cómo se usan estas herramientas y no las herramientas en sí.
El analista de la cuenta de Twitter @BoletinBasic ha tenido la cortesía de colaborar con esta reflexión para hablarnos de un claro ejemplo del uso de las Redes Sociales por parte de los salafistas. ¡¡Muchas gracias a MYS por enriquecer esta entrada y participar en la construcción de una Inteligencia colectiva!! ¡¡Es un privilegio para mi blog!!
Las Redes Sociales y la yihad (por MYS)
Las enormes capacidades de las Redes Sociales se han puesto de manifiesto en un reciente documento en árabe interceptado en Facebook titulado “Acerca de la apatía en los foros yihadistas: causas y soluciones” firmado por el sheikh Abu Saad Al Fadl, en el que expone la preocupante situación de los foros como canal fundamental de comunicación entre los radicalizados, que se están viendo sustituidos por Facebook, Twitter, YouTube y Redes Sociales minoritarias como Muslimbook, Mon Islam o Skyrock.
La frialdad y falta de opciones del clásico sistema de los foros, se ha visto superado de largo por las capacidades de interacción, vistosidad y funcionalidades que ofrecen las redes, en las que además de interactuar, se pueden compartir imágenes, videos, comentarios, mensajes privados, chatear, etc, y además, todo ello de forma personalizada.
Hace ya varios años que los salafistas han sabido adaptar a sus intereses la mayoría de las opciones que se ofrecen a los usuarios. Resulta curioso que ante unos planteamientos sociales que pretenden emular al máximo en todos los aspectos de su vida a los primeros musulmanes del siglo VII, sin embargo, hagan un uso tan extensivo y prolífico de las modernas tecnologías que les ofrece Internet.
Como ejemplos de algunas de las principales funciones que están desarrollando, pueden citarse la predicación religiosa de los contenidos islamistas que les permite generar una enorme cohesión grupal, además de conseguir atraer nuevos adeptos hacia su corriente de pensamiento, tanto entre musulmanes moderados como entre conversos al Islam.
En la misma línea del párrafo anterior, destaca la importancia fundamental que están teniendo las redes sociales en casos de terroristas auto radicalizados por Internet, popularizados como “lobos solitarios”. Además de servir para el reclutamiento desde perfiles de organizaciones o filiales de grupos yihadistas, llegando incluso a facilitar el camino para realizar la “hégira” (viaje hasta lugares de conflicto como Siria, Mali, Yemen, Afganistán, Somalia, Chechenia...).
La formación es otro elemento del que han sabido extraer grandes rendimientos, tanto por lo que respecta al contacto on-line con líderes religiosos salafistas que les den el beneplácito necesario para convertirse en mártires por la causa de Allah, como por la disponibilidad de audios, videos y documentos para uso de armas y explosivos, estudio de objetivos, preparación táctica y estratégica, medidas de seguridad y contrainteligencia.
Tras este breve repaso y haciendo una reflexión final, recordar como el fenómeno de la primavera árabe se gestó y extendió a través de acciones y movilizaciones a través de los blogs, Facebook y Twitter, mediante su uso desde ordenadores o teléfonos móviles. Quizás por eso, todos los esfuerzos del sheikh Abu Saad citado al principio, no le servirán más que para acabar abriendo su propio perfil si es que ya no lo tiene.
MYS
Te recomiendo leer también el artículo de la BBC Mundo "Cuando las redes sociales se convierten en arma de guerra".
Alguna idea digital para analizar el contenido del mensaje de la propaganda que se muestra en Redes Sociales o Social Media
Evidentemente hay herramientas semánticas mucho más potentes que lo que voy a sugerir, sin embargo, puede ser un punto de partida para el analista que empieza desde 0 o no dispone de recursos para pagarse licencias o acceder a desarrollos informáticos muy elaborados.
¡Ahí va mi propuesta diferente! ¿Por qué no utilizar las nubes de tag para tener una idea general del peso semántico de una propaganda? Para comenzar a analizar el mensaje.
Veamos un ejemplo con TagCrowd. Podemos copiar el texto de una propaganda o introducir una dirección de un artículo para ver qué palabras tienen más peso, y que por lo tanto son con las que se pretenden conmover. He utilizado como ejemplo el artículo neutral “Guía para disfrutar del paraíso: El Caribe Mexicano” que ha salido en el periódico Expansión.com
Como podemos comprobar, la palabra más utilizada es zona, pero “comparador”, “maya” y “playa” también se usan bastante en el texto. Aunque el título no dice nada, sabemos que nos está hablando de una zona de playa del área maya. Está claro que nos está vendiendo un paraíso de playa en la zona del Caribe.
Y ya despertando nuestro lado más friki, si quisiéramos introducir esta nube de tags en nuestro informe de un modo más atractivo, podemos recurrir a TagXedo que aunque nos obliga a instalarnos el Silverlight de Microsoft, nos permite hacer nubes como ésta, basada en la semántica de la web principal de la CIA:
Aprovecho para dar las gracias también al Instituto de Ciencias Forenses de la Universidad Autónoma de Madrid que me va a permitir hablar de esto y mucho más en su curso Análisis de Redes Sociales como fuente de información relevante. ¡Será emocionante!
Espero que este post te haya sido de utilidad.
Por favor, si vas a utilizar esta información cita este blog y a sus autores. Muchas gracias. ¡Potenciemos la Inteligencia Colectiva sin dañar a los autores!