No hay que dejar que la duda provoque (o se convierta en) contradicción sino más bien en la negación de lo verdadero y lo falso de la cosa para que de este modo pueda implicar indagación.
La anarquía supone la máxima expresión de libertad que atañe al individuo y por lo tanto supone también la máxima expresión de responsabilidad del individuo con la sociedad.
El miedo a lo imprevisto hace del hombre un ser que sólo busca seguridad ya sea en la planificación o/y en la acumulación durante su vida. Todo pasa por la organización del futuro olvidando el presente, el tiempo transcurre de forma discontinua proyectando los acontecimientos venideros en función de la planificación y acumulación que otorgan seguridad individual y colectiva como forma de supervivencia debido a que la convivencia queda sujeta a los patrones que son dictados por la Autoridad-Poder que organiza y planifica el futuro del individuo como norma a cumplir para el buen funcionamiento de la sociedad, mermando y contrarrestando de esta manera la capacidad del hombre y el colectivo para hacer frente a los quehaceres diarios de forma espontánea sin tener que recurrir a la organización de la Autoridad-Poder que ha previsto los acontecimientos venideros de antemano.