Revista Deportes

Prueba: Adidas Speed Cell BTLE

Publicado el 12 febrero 2015 por Big Joe @BigJoeES
Caja Adidas Speed Cell

Caja Adidas Speed Cell

En esto de las compras soy de gatillo fácil. El pasado jueves vi en Amazon el sensor de cadencia Polar Bluetooth Smart

Prueba: Adidas Speed Cell BTLE
 (bluetooth 4.o ó BTLE) por menos de 40 € y me llamó la atención.

La cadencia es un dato importante para entrenar en ciclismo,pero yo nunca lo había utilizado porque la aplicación Adidas MiCoach es algo limitada para usar en la bici. Como no estaba del todo seguro, me puse a investigar un poco en Internet para ver si MiCoach reconocería bien el sensor y fue entonces cuando me topé con el “nuevo” Speed Cell.

Digo nuevo porque Adidas ya tiene en catálogo otro Speed Cell,que ya tuve en el pasado y que usé para jugar al baloncesto. La diferencia entre estos dos aparatos es que el nuevo utiliza la tecnología Smart Bluetooth, mientras que el modelo anterior funcionaba gracias al ANT+. Para el iPhone era necesario utilizar un “dongle” que permitiera comunicarse al teléfono con los dispositivos ANT+.

Sin dudarlo me fui al Corte Inglés y lo compré, a pesar de que el precio era casi el doble. Le veía varias ventajas respecto al sensor de cadencia de Polar, siendo la principal que el Speed Cell podría usarse para correr o para poner en la bici de spinning, por ejemplo.

¿Qué es el Speed Cell?

Es la evolución del clásico podómetro. Gracias a sus acelerómetros puede medir la velocidad en todas direcciones, así como la distancia y el tiempo en activo.

Está pensado para recopilar datos en deportes en los que no podemos llevar el móvil con nosotros:  fútbol, baloncesto, tenis, rugby, balonmano… Su memoria interna almacena todos los datos hasta 8 horas.

El Speed Cell de Adidas consta de dos piezas: el sensor propiamente dicho (pieza verde), que es el que incorpora la batería y los acelerómetros en su interior, y un clip que nos permite acoplarlo en los cordones (pieza negra).

Si lo sacamos de la pinza de plástico podremos ver el acceso a la batería. El Speed Cell usa una pila CR2032, de tipo botón. Es muy sencilla de encontrar y bastante económica. En principio, esta batería debería durar unos cuantos meses con un uso normal. Es también en la parte trasera dónde se aprecian las diferencias entre los dos modelos de Speed Cell: el nuevo viene con el logotipo de bluetooth, mientras que el anterior trae el de ANT+. Además, la tapa de la batería del nuevo es verde en lugar de negra.

¿Para qué sirve el Speed Cell?

El sentido de un sensor de ritmo (para correr) o cadencia (para ciclismo) es facilitar los datos que el GPS no puede cuando entrenamos bajo techo. Para que estos datos de ritmo, velocidad y distancia sean fiables es necesario que el sensor se encuentre bien calibrado. Esto podemos hacerlo de dos formas en la aplicación de MiCoach:

  1. Corriendo una distancia específica. Por ejemplo: correr 500 metros en la cinta e introducir a mano la distancia una vez terminado el ejercicio. Luego la aplicación nos dará la opción de calibrar el sensor automáticamente con esta distancia.
  2. Salir a correr o montar en bici al exterior con el GPS activado. Entonces, la aplicación calibrará el sensor con los datos que haya recogido.

En la última versión de la aplicación MiCoach necesitamos ir al apartado “dispositivos” para emparejar el Speed Cell. Hay que reconocer que la gente de Adidas ha simplificado mucho esta tarea. Teniendo el bluetooth del móvil activado sólo queda pulsar en “Añadir dispositivo” y elegir el nuestro de la escueta lista que aparece en nuestra pantalla.

Probando el Speed Cell en la elíptica

Speed Cell Elíptica

Speed Cell Elíptica

Una vez configurado todo, me pongo manos a la obra para ver cómo funciona el cacharro una vez metidos en harina.

Antes de empezar el ejercicio es necesario seleccionar los dispositivos que vayamos a usar en este ejercicio. Para ello, y después de apretar el botón de “GO” tendremos que ir a “opciones” y seleccionar el Speed Cell (que ya habíamos emparejado anteriormente).

Haciendo el ejercicio compruebo que las cosas no marchan todo lo bien que deberían. Surgen varios inconvenientes que no había tenido en cuenta anteriormente:

  1. La aplicación de MiCoach no muestra el ritmo de forma uniforme. Muchas veces paso de llevar un ritmo superior a 100 pasos por minuto a cero pelotero.
  2. Si tienes activada la función de autopausa, cuando el Speed Cell no registra el ritmo la aplicación se detiene. Aunque es un error fácilmente subsanable, no deja de ser un incordio…
  3. Las distancias que se muestran, así como las calorías consumidas, son un poco caóticas. Supongo que esto ocurrirá durante los primeros usos y que se irá corrigiendo con las calibraciones posteriores.

Para solucionar el problema de la “pérdida de señal” probé a cambiar la ubicación del Speed Cell durante el ejercicio en varias ocasiones con idéntico resultado. Lo saqué de los cordones y probé a colocarlo en la goma del calcetín, a ver si cambiando la posición de horizontal a vertical conseguía resultados distintos. Después probé a colocármelo en la muñeca (en la elíptica tiene el mismo ritmo que el pie), pero tampoco conseguí resultados distintos. Quizás al utilizarlo en el interior de un gimnasio, en el que mucha gente utiliza pulsómetros o sensores de distinto tipo, pueda verse afectado por interferencias de distinto tipo.

Hay que decir que, cuando la aplicación registraba los datos de ritmo, estos eran idénticos a los que mostraba el aparato en su pantalla (una elíptica de la gama Artis de Technogym). El fallo es que, como buena parte del tiempo se perdía la señal, los datos de distancia no coincidían en absoluto.

En la parte buena, comentar que el sensor no se movió ni lo más mínimos del sitio en que lo puse.

Probando el Speed Cell en la bici de montaña

Speed Cell Bicicleta

Speed Cell Bicicleta

Otra prueba que hice fue ver cómo se comportaba el Speed Cell en exteriores. También utilicé la aplicación propia de MiCoach para iOS, pero en esta ocasión salí a dar una pequeña vuelta con la bicicleta de montaña.

Los resultados de esta prueba también fueron más o menos similares a los obtenidos con la elíptica, salvo que aquí la señal no se perdía con tanta facilidad.

  1.  La aplicación de Adidas sigue cogiendo como referencia los valores obtenidos del Speed Cell, en lugar de utilizar los del GPS. Esto es un “epic fail”, pues lo suyo es que la velocidad y distancia recorrida las obtuviese a partir de los datos del GPS (muchísimo más fiables que los del Speed Cell).
  2. Al dejar de dar pedales, la función de autopausa detiene el entrenamiento. Esto altera las mediciones finales, obviamente. Cualquier parecido con la información que arrojaba el GPS era pura coincidencia.

Conclusiones

Sin lugar a dudas, el Speed Cell es un buen “aparatejo”. Un sensor de última generación que es mucho más que un simple podómetro y que nos permitirá obtener datos de ritmo y cadencia con cualquier aplicación compatible, que cada vez son más.

Creo que el principal problema que tiene Adidas es que su aplicación MiCoach no está todo lo avanzada que debería. Aplicaciones como la de Wahoo permiten configurar todos los parámetros para capturar los datos del dispositivo que queramos, por ejemplo.

También es cierto que deportes como el spinning serán menos propensos a este tipo de errores, ya que en ningún momento dejamos de dar pedales y el entrenamiento no tiene por qué pararse cuando el Speed Cell marque cero pasos.

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