Las alucinaciones no sólo aparecen en personas con trastornos psicológicos. También se dan en sujetos normales en situaciones de grave falta de estimulación. Varios estudios confirman este hecho, refiriendo que aquellos voluntarios que pasaron muchas horas en cámaras aisladas del resto del mundo manifestaron experiencias alucinatorias tales como ver rayos de luz o escuchar susurros y cuchicheos. Este hecho lo confirman los relatos de muchos navegantes o montañeros que aseguran haber visto u oído “cosas extrañas” al estar largos períodos sin compañía.
Parece que nuestro cerebro no está preparado para la soledad…
foto|Evgeni Dinev