¿Sabías que si a una persona a la que le gusta mucho realizar una determinada actividad en sí misma comenzamos a darle una recompensa por hacerla, dicha persona dejará de estar interesada en ella si no es para obtener dicha recompensa? Se trata del llamado efecto de sobrejustificación, y no es más que la pérdida de la motivación intrínseca que tenemos hacia algo en concreto (tocar el piano, leer, hacer deporte…) si incorporamos un reforzador externo tras su realización, pasando a estar dicha actividad motivada extrínsecamente.
foto|Suat Eman