¿Puedes creer que existe un pequeño porcentaje de turistas japoneses que, tras visitar la capital francesa, desarrollan síntomas depresivos graves? Aunque parezca increíble, es cierto. La explicación reside en que estas personas son incapaces de separar la idílica visión que tenían de la ciudad antes de visitarla de la realidad de una moderna y abarrotada metrópolis. Se trataría, por tanto, de una especie de “shock cultural”, con unas consecuencias más impactantes de lo esperado. De hecho, la embajada japonesa dispone de un teléfono de emergencia para asistir a los japoneses que padezcan este raro trastorno, aportando tratamiento si es necesario.
Ver para creer…
foto|Simon Howden