¿Sabías que según nuevos estudios, los ácidos grasos poliinsaturados omega 3 jugarían un papel importante en la reducción de los síntomas de ansiedad y depresión? La explicación reside en que un tercio de nuestro cerebro está compuesto de esta sustancia, sobre la cual se regeneran los químicos que nos devuelven las conexiones con el lóbulo frontal y fundamentalmente con el sistema límbico, muy implicado en las reacciones emocionales. Al eliminar este elemento de nuestra dieta, a nuestro cerebro le sería mucho más difícil funcionar correctamente, alterándose el balance entre químicos como la serotonina o la dopamina. ¿A qué esperas para investigar los alimentos ricos en estas grasas? Si quieres una pista, echa un ojo a la fotografía...

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