Esta receta lo tiene todo: rápida, sencilla, barata, sana y deliciosa. Los gratinados son una manera genial de hacer que los niños coman verdura y pescado y, camuflado con la bechamel queda un plato completo y exquisito.
Yo compro ya el bacalao desalado para ganar tiempo y no tener que estar pendiente de cambiar el agua. También podéis usar esta receta como aprovechamiento de algunos restos de bacalao u otros pescados como merluza.
El sabor del puerro es muy particular, pero en casa, al igual que le pasaba a Nerón, nos encantan. Como también tengo a mi hijo Nacho que es un bechamelero irredento, no han dejado nada de sobras...
Para 4 personas:
- 8 puerros limpios de verde
- 300 g de bacalao desalado
- 1 cebolleta o cebolla
- 2 cucharadas de harina de trigo
- 2 cucharadas de aceite de oliva virgen
- 2 vasos de leche (0,5 L aproximadamente)
- nuez moscada
- cebollino
- queso rallado para gratinar
Primero se ponen los puerros limpios y cortados en 2 o 3 trozos cada uno en una olla con agua salada. Se ponen a cocer unos 15-20 minutos (yo los hice en olla a presión para ganar tiempo). Se escurren una vez cocidos, aunque no se tira toda el agua de cocción. Se reserva un vasito de caldo de cocción.
Se precalienta el horno a 180º C con calor arriba y abajo.
Se lava y pica una cebolleta. Se pone en una cazuela el aceite de oliva y se pocha la cebolla unos minutos, hasta que esté blandita.
Se corta el bacalao en tiras (si es que no viene ya desmenuzado).
Se añade a la cazuela y se rehoga unos instantes con la cebolla pochada. Yo no añadí nada de sal porque el bacalao ya lleva.
Se añaden las dos cucharadas de harina a la cazuela y se remueve bien para que se integre en el conjunto.
Se va añadiendo, poco a poco, la leche y removiendo para ir haciendo la bechamel. En este momento se agrega la nuez moscada.
Una vez incorporados los dos vasos de leche y hecha la bechamel de bacalao, yo añadí un poco del caldo de cocer los puerros, pues le da muy buen sabor, y un poco de cebollino picado. También se prueba por si hace falta rectificar de sal.
Se disponen los puerros en una fuente para horno y se vierte la bechamel por encima:
Se cubren todos los puerros, se espolvorea con queso rallado y se lleva al horno unos minutos hasta que se dore el queso.
Se sirve de inmediato, pues la bechamel se enfría rápido.