Reservar en Punto MX, el restaurante del Chef Roberto Ruiz y único mexicano estrellado en España, es bastante complicado. Para comer en fin de semana la espera ronda las 4-6 y para cenar está en los dos meses. Por eso y por tenerlo cerca decidimos ir un día entre semana. El problema: que solo teníamos una hora!! Con mucho optimismo decidimos intentarlo. Era un mexicano, los platos se comen de un bocado y nos sabíamos la carta de memoria.
Parecía sencillo y teníamos muchas ganas de probarlo así que nos plantamos allí. Nos sentamos, pedimos un aperitivo (margarita a la módica clavada de 13 euros), la carta y le dijimos al camarero que solo disponíamos de una hora... le acojonamos... Desapareció de allí y no volvimos a verle durante todo el servicio. Tras 20 minutos de espera por fin vino otra persona y nos tomó nota. Le comentamos la prisa que teníamos, le pedimos consejo sobre los platos y nos dijo que daba tiempo; incluso nos recomendó añadir un plato más a nuestra comanda para hacer un menú. Decir que no disponen de menús cerrados, te los configuras tu mismo. Es el único Restaurante Michelín que hemos probado en el que no te ofrecen un menú degustación.
La verdad es que a partir de este punto actuaron bien y rápido pero el estrés no nos lo quitamos en toda la comida.Y tras la anécdota de las prisas empezaron a llegar los platos:
- Un aperitivo de cortesía: ceviche de atún
- Guacamole Punto MX: te lo cobran por persona. A 7 euros el comensal, te lo preparan delante de tí. Al modo casero. Con mortero y preguntándote la dosis que quieres de cilantro o lima. Incluso le añaden pipas de calabaza. Es de lo mejores platos del lugar aunque que quizá le faltaba algo de lima.
- Carabineros, guajillo y cítricos. Un ceviche de carabineros con mucha potencia en su salsa y un ligero picor.
- Panuchos de cochinita pibil. X'nipek de cebollita morada y chile habanero. En este plato el punto de picor empezaba a subir, aunque aún era ligero. Estaba perfecto aunque, a riesgo de parecer un poco ignorante, no logro distinguir un taco de un mexicano bueno del de un mexicano con Estrella Michelín.
- Taco de atún rojo, salsa de chile serrano y limón verde. Aquí si se notaba la originalidad, la calidad y el plus que aporta la estrella y la intensidad de sabores. Las torta es totalmente artesanal; es el único restaurante de España donde se la preparan ellos mismos y bolean a mano el nixtamal. Para mi gusto era un platazo pero el sabor de la masa era tan fuerte que se superponía al del atún.
- Taco pastor: un clásico de la comida Mexicana y, al ser el último, el que más picaba. Muy bien servidos todos los platos de menor a mayor picor. Este taco decepcionó, no es que no supiera distinguirlo de uno de restaurante barato sino que estaba peor. Con la carne demasiado laminada y con poco sabor.
La cuenta, con agua, Coca-Cola, una margarita y un café (más un poco de ardor de estómago y cilantro repitiendo a los 5 minutos de salir) fue de 113 euros. Si descontamos los 13 euros de la margarita hubiera quedado en 100 euros. No muy caro para un Michelín pero... ¿merece la pena pagar tanto por comida mexicana? por servicio y cierto platos podría decirse que si pero por otros que no aportan ninguna novedad quizá no. Ahí lo dejamos. Ni si, ni no. Decidid vosotros ;) nosotros en Playa del Carmen hemos comido tacos mejores por un euro!!