El Barcelona es el mejor equipo del mundo hoy por hoy. De eso no quedan dudas. Tampoco que sus jugadores son de los más talentosos del planeta: Messi, Iniesta, Xavi, Villa, Busquets.. la lista es larga.
No obstante, en un conjunto donde todos juegan, quienes son menos dotados con la técnica se animan y contribuyen a la estética y a la calidad del juego.
Así, hemos podido ver a Piqué pisandola en el área para definir frente al arquero como en la semifinal de la Champions de 2009 o ver a Puyol haciendo cosas como éstas en el encuentro que hoy empataron Valencia y Barcelona por la ida de la semifinal de la Copa del Rey:
En un partido que estuvo lleno de polémicas, con un penal a favor del Barça que malogró Messi (el 7mo de 27 ejecutados en Primera) y una mano que fue ignorada por el árbitro, que debía haber expulsado a Pinto, el arquero culé; Carles Puyol fue el que se llevó todos los flashes.
Primero por un gol de cabeza para empatar el partido en 1 (otro tanto importante, como lo hizo en el Bernabeu días atrás) y después por la exquisita doble pisada para salir jugando en campo rival.
En el Barcelona siempre hay alguien que da la nota. Cuando los líricos no aparecen, los que hacen el trabajo sucio salen a dar la cara. Esta vez fue Puyol, encaminando una serie más que complicada y acercando a su equipo a otra final. Todo se definirá en el Camp Nou la semana próxima.