Revista Belleza

¿Qué Derechos Tienes en la Peluquería?

Por Aranchawp @MeigayCaldero

¿Alguna vez te has ido de la peluquería con un enfado monumental porque el resultado no era el esperado, ni de lejos? ¿Te han manchado la ropa? ¿Has terminado con un corte o con una reacción en la piel o el cuero cabelludo? Por suerte no son situaciones habituales, porque la mayor parte de las personas que trabajan en una peluquería son muy profesionales, pero a veces ocurren. Y aunque el cabello crece y suele haber solución para muchos de los pequeños (y grandes) desastres que pueden ocurrirte en un salón, lo cierto es que suelen afectarnos mucho, tanto en su faceta estética como emocional. 

Por eso es muy importante que conozcas cuáles son tus derechos en la peluquería, cómo puedes reclamar y cómo evitar en la medida de lo posible los problemas que pueden surgirte en la próxima visita al salón. 

¿Qué derechos tienes en la peluquería?

Estos son tus derechos

La peluquería debe informar de los servicios que ofrecen, en qué consisten, su precio, el IVA, los descuentos y cualquier extra o añadido que se les pueda aplicar. Esto debe estar expuesto en un lugar visible para los clientes. Cuando no lo tienen puede ser una mala señal, la transparencia suele ser propia de buenos profesionales que no tienen nada que esconder.

Tienes derecho a saber cuál es el precio del servicio antes de contratarlo. Eso quiere decir que tienen que informarte del precio que te van a cobrar por él, antes siquiera de que te pongan la bata.  

Peluquera atendiendo a una clienta

 

Si durante el servicio te ofrecen un extra, antes de ponerlo en práctica o aplicarte el producto, deben informarte de en qué consiste y de su precio.

Tienes derecho a que el establecimiento esté limpio y que se sigan todas las normas de higiene y seguridad.

Si el resultado no es el deseado, pueden ocurrir dos cosas: que se trate de una percepción subjetiva o que se haya prometido un efecto que no se ha producido. En el primer caso, puede que no te guste el corte de pelo o el color final. Desde luego que podrás reclamar, pero es muy probable que si se trata de un mero criterio estético personal no consigas nada. Otra cosa muy diferente es que te hayan dejado trasquilones o que el tinte esté muy mal aplicado. El segundo caso afecta a tratamientos que se contratan y que no funcionan. Te pongo un ejemplo: un alisado con keratina. Si el cabello finalmente no se alisa o se quedan encrespado, podrás reclamar, puesto que has pagado por algo que no te han proporcionado. Y no sirve eso de que tu tipo de pelo o sus condiciones no eran las ideales o cualquier otra excusa (salvo que te lo avisasen previamente y tú hubieses querido seguir adelante a pesar de todo), puesto que deberían haberlo advertido antes y haberte informado de ello.

Si te queman con el secador o la plancha, si te producen un corte o si utilizan un producto que te provoca una reacción o una quemadura, puedes reclamar, porque se consideraría una falta de profesionalidad y una mala praxis. 

Peluquera secándole el pelo a una clienta

 

En caso de que te manchen la ropa, tienes derecho a que te paguen la tintorería o te sustituyan la prenda por una igual o similar. Eso sí, tú también tienes la obligación de tener cuidado, evitando que la capa protectora se abra o sacando las mangas de ella mientras te están aplicando el tinte u otros productos que puedan manchar o atacar los tejidos. 

Tienen la obligación de entregarte una factura simplificada o completa con el detalle del servicio y el desglose de los precios. Lo habitual es que escriben en un simple bloc lo que te han hecho y los productos que te han aplicado, que sumen las cantidades con una calculadora, que te digan lo que debes y que pagues sin más; pero es una mala práctica. Recuerda que si debes reclamar, necesitarás un justificante del servicio y de su pago.

Deben tener a disposición de los clientes las correspondientes hojas de reclamaciones. Si las pides y no te las dan, puedes llamar a la Policía Municipal o Local para que levante acta. 

Cómo reclamar

Mi consejo es que primero le comuniques tu queja de forma educada y firme al encargado y que intentes solucionarlo de forma amistosa. En la mayor parte de los casos, a la peluquería no le interesa que los clientes queden insatisfechos y les hagan una mala publicidad. 

Si no logras una respuesta satisfactoria, entonces sí que deberías pedir la hoja de reclamaciones y dirigirla a la Oficina del Consumidor que te corresponda.

Otra opción es recurrir al Arbitraje de Consumo, que funciona muy bien. Pero el establecimiento debe estar adherido a él o tiene que aceptarlo si no lo está y tú lo propones como medio para resolver el conflicto.

La última opción es la vía judicial, aunque debes poner en la balanza si te compensa el gasto y el tiempo que supone. 

 

Consejos para evitar problemas

Acude siempre a establecimientos de confianza. Si no lo conoces, te aconsejo que busques opiniones.

Salón de peluquería

 

Lo ideal es buscar una peluquería en la que haya buenos profesionales, con los que puedas comunicarte bien, en la que te sientas a gusto y que trabaje con buenas herramientas y productos. Y que seas lo más fiel posible al establecimiento. Cuanto más te conozcan a ti y a tu cabello, mejores resultados obtendrás. 

En caso de que hayas acudido al establecimiento por publicidad (redes sociales, folleto, SMS, vinilos en el escaparate, cartel publicitario en el exterior de la peluquería...), recuerda que esta es vinculante, por lo que deben aplicarte el precio y las condiciones que indican en el anuncio. Mi consejo es que hagas un pantallazo si la publi es digital, una foto si es un cartel o que guardes el folleto o el SMS.

No te fíes de las ofertas exageradas, porque con casi toda seguridad esconderá cargos extras.

Tampoco te fíes de los precios muy muy bajos, porque pueden implicar que el servicio no es prestado por un profesional, que el establecimiento no cumple determinadas normas, que las herramientas o los productos utilizados son deficientes en cuanto a calidad y seguridad, etc. 

Comprueba que la peluquería está limpia y en buenas condiciones de mantenimiento y seguridad.

Verifica que la lista de precios está accesible, y si no pide que te la muestren.

Exige que te informen del coste total del servicio, incluyendo todo lo necesario para prestártelo: champú, acondicionador, mascarilla, ampollas, productos de styling, tratamientos, corte, peinado, secado...

Manos sosteniendo herramientas de peluquería

 

Si tienes alguna alergia o intolerancia a determinados productos o si estás siguiendo un tratamiento médico relevante, avísalo antes.

Si te has teñido antes, si has utilizado henna u otros colorantes naturales, si te has hecho un alisado o rizado o si estás siguiendo algún tratamiento relevante, informa a la persona que te vas a atender. Esto no es necesario si únicamente te van a lavar, cortar y secar, pero sí en caso de que vayan a tratarte el pelo con químicos más fuertes que el champú o el acondicionador.

Especifica exactamente qué es lo que quieres. Habrá ocasiones en las que no te lo podrán proporcionar, pero es importante que sepan qué es lo que esperas de tu visita a la peluquería. 

Si durante el proceso ves que algo no va bien o que no te gusta cómo está quedando tu cabello, dilo de forma educada. La comunicación es sumamente importante entre el profesional de peluquería y tú. 

Ojalá nunca tengas que preocuparte por tus derechos en la peluquería, porque no tengas necesidad de hacerlos valer. Eso significará que estás tratando con profesionales auténticos, que los hay, y muchos.

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La primera vez que apareció el post ¿Qué Derechos Tienes en la Peluquería? fue en el blog de La Meiga y Su Caldero. 

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