Rapidshare fue un servicio de almacenamiento en linea fundado en 2002 y con sede en Suiza, llegó a ser el más popular de su tipo y por años fue usado por millones de usuarios para alojar contenido. Ofrecía un sistema sencillo y accesible de almacenaje y distribución de archivos a través de internet mediante dos modelos de uso: gratis (con más limitaciones tanto en almacenamiento como en descarga) y premium, con menores limitaciones, pero de pago, que permitía descargar 5 GB diarios.
Rapidshare era el símbolo de una época en la historia de la Internet, donde descargar un juego, un álbum musical, libros o cualquier otro tipo de contenido era cosa de buscar en google, seleccionar una página al azar, copiar los links y descagar. Fácil ¿no?
En ese entonces creo que lo más dificil era la espera. No, me equivoco. Lo más dificil era buscar un link de calidad y con ello me refiero a un link que dirigiera (¿existe esa palabra?) a un buen servicio de descarga. Claro que los servicios borraban regularmente los archivos porque obviamente era ilegal su descarga, aunque en esos tiempos a nadie le importaba.
Por excelencia descargaba por Mediafire que me permitía realizar múltiples descargas al mismo tiempo (aunque me llevara todo el ancho de banda del Cyber), aunque detrás estaba Megaupload que aunque sólo permitía una descarga por IP, valía la pena pues encontrabas de todo (y digo ¡todo!). Aunque raramente no encontrabas lo que buscabas en Mediafire ni en Megaupload y pues tenías que conformarte con Rapidshare que sólo permitía una descarga por día. Claro que si de verdad querías tu descarga, te aguantabas y diariamente visitabas el Cyber para descargar un archivo.
Esos eran los tiempos en que estos tres gigantes eran el sinónimo de la descarga por internet (claro, que contábamos también con los torrents y los programas de intercambio de P2P que se negaban a morir).
Luego llegó aquél fatídico día: 19 de Enero de 2012. El día que la fiesta se acabó.
Primero cayó Megaupload, cerrado por el FBI por infracción de derechos de autor, su dueño fue arrestado y los servidores tirados. Con tal de no sufrir la misma historia, Mediafire inició una "gran purga" de archivos piratas y cambió su modelo de negocio para convertirse en una nube. Rapidshare siguió sus pasos.
Rapidshare hizo todo lo que pudo para salvar su marca, pero en un servicio cuyo principal uso desde el principio de su existencia había empezaba a ser bloqueado, Rapidshare comenzó a quedarse sin usuarios, y la crisi llebaga a tal grado que en 2013 despedía al 75% de sus empleados. Con tanta competencia en el mundo de las nubes es dificil sobrevivir, y menos si tus principales usuarios cierran sus cuentas porque no ya no les permites compartir piratería por medio de tu servicio.
Para entender por qué otros servicios de almacenamiento en la nube viven y Rapidshare en cambio muere, solo tenemos que tomar en cuenta que sus años de gloria fueron gracias a las descargas ilegales, y que raramente alguien usaba Rapidshare como actualmente usamos Google Drive u OneDrive para almacenar nuestros propios documentos personales.
Rapidshare tenía la reputación de "el host número uno de la piratería"Y sus dueños nunca pudieron borrar esa imagen del sitio
Finalmente, luego de más de una década, uno de los sitios más legendarios de descargas, y símbolo de toda una era decidió cerrar voluntariamente para evitar correr la suerte de su principal rival: Megaupload. El 31 de marzo de 2015 suspendió su servicio, todas las cuentan fueron cerradas y su contenido borrado automáticamente.
Luego de más de 12 años, uno de los hostings más populares durante la primera década de los 2000, cerró sus puertas definitivamente. Fue el adiós de Rapidshare.
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