En el 2000, Naciones Unidas estableció los Objetivos del Milenio (ODM), ocho metas con el fin de reducir la pobreza en el año 2015. Llegamos a la fecha límite y es el momento de parar, analizar, hacer balance y reflexionar.
Si bien es cierto que ha habido algunos avances en temas claves, también es cierto que queda mucho, muchísimo por hacer. La ONU, en el Informe 2014 de los Objetivos del Milenio señalaba por ejemplo que el porcentaje de personas con nutrición insuficiente bajó del 24% en el período 1990–1992 al 14% en el correspondiente a 2011-2013. Sin embargo, en la última década los avances se han ralentizado y lograr el objetivo de reducir a la mitad el número de personas que padecen hambre no se conseguirá sin poner en marcha acciones y esfuerzos adicionales inmediatos, especialmente en los países donde se ha avanzado poco. Algo similar ocurre con el resto de objetivos como es el caso de reducir la mortalidad infantil y materna, el acceso al agua potable, la igualdad de género y empoderamiento de la mujer o lograr la enseñanza primaria universal.
Precisamente asegurar el derecho fundamental a la educación es la herramienta más efectiva de lucha contra la pobreza y la exclusión. En Global Humanitaria la educación es uno de nuestros pilares prioritarios y nuestro objetivo es incentivar la asistencia escolar y contribuir a la mejora de la calidad en la enseñanza.
El pasado 9 de abril la Organización de Naciones Unidas para la educación (UNESCO) presentó en Nueva Delhi y París su informe “Educación para Todos 2000-2015 – Logros y desafíos “, en el que se constata que el acceso universal a la escuela es aún una utopía en prácticamente medio mundo quince años después del lanzamiento de este programa.
A pesar de las declaraciones de Irina Bokova, Directora General de la UNESCO, quien señala que “en todo el mundo se han registrado avances impresionantes hacia la consecución de la Educación para Todos”, solo uno de cada tres países han alcanzado todos los objetivos fijados en 2000. Así, un 52% de los países ha conseguido un acceso universal a la educación primaria, pero del 48% restante solo un 10% está cerca de lograrlo. El otro 38% sigue lejos o muy lejos de esta meta, lo que conllevará que unos cien millones de niños no terminarán este ciclo formativo en 2015, uno de cada seis en países pobres, según el informe. Además se prevé que en 32 países, la mayoría del África Subsahariana, al menos el 20% de los niños matriculados abandonarán la escuela antes del último curso.
El director de este análisis, Aaron Benavot, advirtió en Nueva Delhi que “a no ser que se emprenda una acción concertada y se otorgue a la educación la atención que no se le ha dispensado en los últimos quince años, seguirá habiendo millones de niños excluidos de los sistemas educativos”.
Por su parte, Unicef destacó que alcanzar los retos planteados requiere al menos 22.000 millones de dólares anuales hasta 2030, para llegar a los más pobres y en especial a las niñas, las más desfavorecidas en el acceso a la educación básica.
Con los datos sobre la mesa, Naciones Unidas trabaja ahora en definir 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible como parte de la nueva agenda que se presentará el próximo mes de septiembre en la Cumbre sobre el Desarrollo Sostenible.
¿Cuánto tiempo más habrá que esperar para que los objetivos y metas marcados sean una realidad?