En muchos artículos anteriores, hemos hablado de la importancia que tiene la imaginación en el desarrollo de los bebés y de los niños. Es una parte que les ayudará en muchas de las facetas que tendrá en un futuro. Por desgracia, con el tiempo vamos perdiendo la imaginación y los sueños. Para hacernos como dice la gente “realistas”. Es nuestra obligación como padres, tratar de ayudar a los niños a mantener parte de esa imaginación, potenciandola con diferentes actividades y enseñanzas.
La imaginación.
Es la capacidad que tenemos los humanos, para situarnos en un mundo paralelo. O incluso en el mismo mundo pero en otra posición. La imaginación, es una de las formas que tiene nuestro cerebro durante los primeros años de vida para aprender, para marcar los diferentes “mundos”. Pero, aunque nos parezca una locura. Nos sirve también para mantenernos cuerdos a lo largo de la vida. Siendo una de las vias de desconexión que tiene el cerebro para vivir situaciones que nos gustaría pero, que a lo mejor nunca pasen.
La imaginación de los niños, es muy diferente que la del mundo adulto. En los niños las lineas que separan la realidad de la ficción son mucho más finas. Siendo éstos años, en los que marcamos la realidad y la asumimos como tal. La imaginación nos servirá para explorar y aprender más de nuestra propia realidad. Además de para ayudar a fijar la información nueva a nuestro cerebro.
La aportación de los libros.
La lectura, es una de las actividades que más beneficios pueden aportar a los niños y a los adultos. Es cierto que es un ejercicio o una afición que con los años se va perdiendo casi sin darnos cuenta. Las nuevas tecnologías nos envuelven y ocupan prácticamente todo nuestro tiempo de ocio. En el mundo de la información en el que estamos saturados de mensajes de todo tipo. Los libros cada vez dejan paso a los vídeos, la tele y por supuesto Internet. Sin darnos cuenta de lo que estamos haciendo.
Los libros nos sirven no solo para aprender cosas nuevas y vivir experiencias. Sino para potenciar la imaginación y ayudarnos a trabajar con ella. No importa a que edad, la lectura, siempre nos traerá beneficios. Lo más curioso, es que según la edad, o el momento que estes viviendo, lo que aprenderemos será totalmente diferente. Pero, igualmente importante para el desarrollo personal.
Los cuentos infantiles, están pensados para ellos. Podemos encontrar para los diferentes rangos de edad y de nivel lector. Y la mejor forma de introducirles en el mundo de la lectura, es contándoles un cuento todas las noches antes de que ellos sean capaces de leer.
No a todos los niños deben gustarles los mismos libros. Para mi, uno de los mayores fallos en la educación española, es el trabajo que se viene haciendo desde que eramos niños. Debemos tratar de potenciar la lectura, y mostrarles a los niños algo que les pueda gustar y que se adecue a su edad. Y en los colegios, los primeros libros que se leen, son libros que ni siquiera le gustan a muchos adultos, y que se hacen muy pesados de leer. El sistema educativo, se basa, en las grandes obras de la literatura. Libros que son los mejores para un literato, pero, los niños están aprendiendo a leer, y aun no tienen el gusto. Debemos darle algo que de verdad les llame la atención. Que esté más adecuado a su mundo. Si queremos que algún día, los niños quieran leer por ellos mismos. Y dejar ésta clase de libros para la adolescencia avanzada. No se puede mandar leer a un niño de 12 años “La Colmena”. Al igual que si queremos que vea algo atento por la tele, no podemos ponerle un documental que no entienda. Para comprender las grandes obras, primero deberá empezar por otros libros que traten temas cercanos a ellos. Como paso con Harry Potter, un libro, que
consiguió que miles de niños que nunca hubieran cogido un libro voluntariamente, se engancharan y se los leyeran con gusto.Los libros, les dan a los niños las herramientas para soñar. Son simples descripciones de lo que ocurre. Y será el niño quien vaya uniendo todo para crear el mundo con su imaginación.
La diferencia con las películas.
Muchas veces podemos pensar que las películas pueden hacer las mismas funciones que los libros. Un grave error. Es cierto que las películas o vídeos, también pueden ayudar a imaginar a los niños. Y ampliar el ámbito de su imaginación aportándole ideas. El problema, es que cuando lo ve, se lo dan todo hecho. Será poco lo que tiene que hacer el niño. Con lo que con el tiempo, irá dejando más y más que sea la película la que le aporte todo. Sin tener que pensar. Como habrás oído en más de una ocasión, la televisión es la caja tonta. Por que consigue que no pensemos. El mismo efecto tiene con los niños. Según van creciendo, se van acostumbrando a quedarse como zombies delante de ella. Dejamos que ella piense y sueñe por nosotros.