Que Leí esta Semana – A golpes con la vida

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A golpes con la vida

Policarpo Díaz

S.L.U. Espasa Libros. Boreal. Barcelona. 2013. 256 páginas. 05,95 €

En esta ocasión permítanme que deje los academismos a un lado y que les hable, dejando a un lado las estrecheces de la crítica literaria, de esta peculiar biografía con palabras llanas y sin la necesidad de justificar su lectura con un párrafo que trate de sublimar la belleza y arte de su temática. No, en este caso no; en esta ocasión les diré que si bien es cierto nos encantan las historias reales de superación, más nos gustan las que tratan sobre el auge y caída de sus protagonistas (algo que dice muy poco de nosotros mismos) y si existe un relato de ese tipo que cualquiera que naciera a finales de los 70, principios de los 80, tiene en mente cuando le mencionan el asunto en cuestión es el que narra la vida de Policarpo Díaz, El Potro de Vallecas, un tipo del que todo el mundo parece tener una opinión bien formada sin haberse molestado a escuchar su versión de los hechos y particularmente, siempre he pensado que todos aquellos que han llegado a ser algo o a destacar y han caído del pedestal en el que una vez estuvieron de manera estrepitosa tienen derecho a que su punto de vista de todo lo que vivieron sea contado y tenido en cuenta. Hacer juicios de valor sin tener todas las piezas del puzle es bastante mezquino.

Poli Díaz, siete veces Campeón de España y ocho de Europa, se sube al cuadrilátero a pegarse con las letras para sacar adelante su autobiografía. Dicho esto no pueden esperar que el libro este demasiado bien escrito, pero teniendo en cuenta la escasa preparación académica de su autor es encomiable que tuviera el valor de contar su historia de su puño y letra. Bueno, El Potro comienza, como no podía ser de otra forma, contando su infancia con bastante detalle llevándonos a esa España marginal de finales de los 70 (tengan en cuenta que nació en 1967) que películas como Perros callejeros y tantos otros del cine kinki han ilustrado en la gran pantalla. No diré que las palabras del ex boxeador te trasporten a aquella época, pero si sirven para dar una visión general de lo que le toco vivir y donde. De ahí salta al momento en el que descubrió el boxeo casi de casualidad y de cómo este deporte le quito de la calle y de las malas compañías y es aquí donde las páginas comienzan a pasar a una velocidad de vértigo. Poli hace que su historia sea bastante liviana y asequible, agradecida de leer y sencillita. Vamos, que sí, que tiene su historia y tiene todo el derecho del mundo a contarla, pero no ofrece toda la profundidad que se busca en este tipo de publicaciones. Casi todo es una enorme anécdota con capítulos más que otra cosa.

¿Decepción? No, ni mucho menos ya que El Potro si narra muy bien el antes, el durante y el después de su mayor momento de gloria, la pelea con Whitaker. Por otro lado, aunque no se pare demasiado habla lo suficiente del furor que causaban entre la gente guapa de principios de los 80 sus combates y gracias al material gráfico que ilustra el libro tocamos ese Madrid del que muchos siguen viviendo hoy en día. Lamentablemente, para los morbosos, aunque pasa por la etapa más oscura de su vida, pasa de puntillas. Oigan, no me entiendan mal, hay papel cuche de sobra y marginalidad a tragos largos, pero en general, tienes la sensación de que desaprovecha una oportunidad estupenda para dar una réplica más contundente a todos aquellos que le juzgan sin conocer toda la historia. ¿Lo hizo mal en aquellos años? Sí, claro y no tiene problema alguno en admitirlo y contarlo, pero flojea en el fondo y en las formas ya que no duda ni un segundo en tratar de convertirse en la victima y claro, todos sabemos que nadie le puso una pistola en el pecho para hacer todo lo que hizo después de su famosísima pelea con el púgil norteamericano.

Después de toda la tormenta llegan los capítulos de su redención, de su salida de la marginalidad hacia la normalidad, ¿humilde?, sí, pero normalidad a fin de cuentas. Pero en esos capítulos tienes la sensación de que una cantinela se desliza y repite, que no es otra que la de un tipo de mendicidad. Poli pide respeto en su libro por lo que fue, pero pide con más ganas que se le dé algo por el mismo motivo y es ahí donde vuelve a darle la razón a sus detractores. Pero yo no estoy aquí para juzgarle a él, sino para hablar de su libro y ya he dicho que no es otra cosa que una gran anécdota escrita muy sencillita de leer que gustara a todos aquellos que quieran saber algo más de la figura del mito caído en desgracia y a todos aquellos que durante los 80 y principios de los 90 le tenían como la gran referencia dentro del deporte español. Interesante, pero al ser tan poco detallado (aun siendo preciso), pierde como historia y yo creo que su vida, en manos de un profesional y de un equipo de documentación habría dado para más de 256 páginas y ojo, que no soy de los que juzgan un libro por su grosor ni mucho menos, pero creo que las vidas de esas personas que suben tan deprisa y caen haciendo tanto ruido tienen más eco que lo leído en A golpes con la vida.

No obstante, ahora que esta saldado, resultara una interesante lectura para los mitómanos de los años 80, para los interesados en la “España Cañí” de finales de los 70 y en general para aquellos aficionados al boxeo que quieran escuchar a El Potro contando por primera vez toda su tumultuosa vida.