¡Buenos días! Como comentábamos en el post anterior, la primavera se acerca y es muy común empezar a notar lo que se considera la “astenia primaveral” pero, ¿qué es la astenia?, ¿podemos hacer algo desde nuestra alimentación? El término astenia significa cansancio, es importante recalcar que es un síntoma y no una “enfermedad” per sé. Puede manifestarse por una enfermedad o por factores como el estrés o la ansiedad. Es común que esta sensación aparezca con los cambios de tiempo, de ahí que se le ponga la coletilla de “astenia primaveral”. Además de cansancio es normal sentir apatía, malestar general o dolor de cabeza, irritabilidad, disminución de la concentración, tristeza sin causa aparente, cansancio, dificultad para conciliar el sueño o levantarse cansado aun habiendo dormido. No se sabe con exactitud por qué tiene lugar, aunque parece deberse a que el cambio de tiempo, la subida de la temperatura y los días más largos afectan a nuestro metabolismo y a la liberación de ciertas hormonas, debido a que nuestro ritmo biológico se ve alterado, lo que altera a su vez los ritmos circadianos de la secreción de hormonas y neurotransmisores como las endorfinas, el cortisol o la melatonina, todas ellas encargadas de “hacernos sentir bien”. Aunque no es una panacea y no a todos puede ayudar, existen ciertas medidas que pueden ayudarnos a aumentar la energía. Desde la alimentación es interesante ingerir alimentos ricos en magnesio, triptófano, vitaminas del grupo B y vitamina C, que intervienen en el sistema nervioso y estimulan la producción y secreción de serotonina. La vitamina C no sólo la encontramos en naranjas, mandarinas y kiwi, que son los alimentos que la mayoría de las personas citan cuando se les pregunta por las fuentes de vitamina C. Las fresas, grosellas, papaya, limón y lima, mango, pomelo, nectarina… o el chile, el pimiento, la guindilla, el brécol y otras crucíferas, tomate, acelgas, espinacas… son otros ejemplos de frutas y verduras que la contienen. Además de los alimentos anteriormente citados, es recomendable el consumo de hidratos de carbono complejos en forma de cereales integrales (arroz y pasta), patata, legumbres, hortalizas y (de nuevo) frutas; y elegir grasas saludables como las provenientes del pescado azul, frutos secos y aceite de oliva.Otros aspectos que pueden ayudar son el dormir al menos 8 horas, descansando bien, para ello puede ser interesante tomar una infusión por ejemplo de pasiflora, antes de irnos a dormir. Realizar ejercicio físico moderado durante 30 minutos por lo menos va a ayudar a liberar endorfinas que nos harán sentir mejor, además nos cansará ligeramente y podremos dormir mejor. Olvidarnos del estrés, en el mundo actual en el que vivimos el estrés está muy presente, debemos plantarnos y decir ¡basta!, el mundo no se acaba aunque no hagamos todo lo que queremos hacer; durante esta época, es mejor dejar para mañana lo que no se pueda hacer hoy y no sentirnos culpables por ello (lo que podría causarnos más estrés y ansiedad). Por último, intentar llevar unos horarios fijos, procurando acostarnos y comer siempre a las mismas horas. Con esto me despido hasta el próximo día, esperando que paséis un buen fin de semana.Realizado por Cristina Vallespín Escalada