En estos días se celebran los JJOO y todo el mundo está pendiente de cúantos records se batirán o de cuántas medallas conseguirá nuestra delegación. España aporta al evento 306 deportistas que competirán en 28 especialidades, pero en este blog lo que más nos interesa conocer son los entresijos de la vida cotidiana de los olímpicos y sobre todo, cómo se alimentan.
Por Carmen Rodríguez.Parece ser que la Villa Olímpica pone a disposición de sus huéspedes todo tipo de comida, tratando de cubrir los gustos y necesidades de los deportistas con una representación de las cocinas mundiales más populares, incluyendo, desgraciadamente, la presencia de un restaurante líder de comida rápida. La Casa de España en Río 2016, está representada por un restaurante "Entre tapas" dirigido por el cocinero del Comité Olímpico Español, Paco Martínez.
El acceso al bufet olímpico es libre 24h al día. La celebración de competiciones en lugares alejados de la Villa, en las que el traslado puede ser de varias horas y la priorización de las retransmisiones de las pruebas en las que se espera mayor audiencia en horario "prime time", independientemente de lo que sea mejor para la práctica del deporte (No olvidemos que esto es un espectáculo y mueve muchísimo dinero) obliga a los deportistas a comer cuando toca o se puede.
Actualmente parece una obviedad mencionar el papel importantísimo del control de la nutrición en la consecución de los objetivos deportivos, pero es algo relativamente novedoso. Salvador Gómez (Campeón olímpico de waterpolo en Atlanta 96 y subcampeón en Barcelona 92) relata que antes "no se controlaba apenas la nutrición de los deportistas y ahora la comida va medida al milímetro".
En la expedición española hay dos claros ejemplos: Taymuraz Friev (luchador ruso, nacionalizado español) ha tenido que adelgazar 8 kg. en un mes para poder entrar en la categoría en la que compite, algo que, cuenta su entrenador, ya ha realizado anteriormente en cuatro eventos deportivos y Julia Figueroa (Judo) tuvo que perder en un día kilo y medio y después deshidratar para cumplir con el pesaje. Para ello, aparte del intenso entrenamiento, apenas ingirió alimentos, tomó batidos de proteínas, utilizó trajes de sauna, etc. reconociendo en una entrevista que "llevaba muy mal tener que controlar el peso todo el rato".
Podríamos pensar que los deportistas de alto nivel, tienen interiorizada la necesidad de controlar la cantidad y calidad de lo que comen, incluso frecuentemente se llevan desde sus países de origen alimentos que saben que les van bien por temor a no encontrarlos allí. Las integrantes del equipo de gimnasia rítmica femenino se alimentan siempre de forma saludable y según ellas mismas refieren "sólo nos pesan un par de veces al año, porque no hace falta que nos controlen, nosotras ya sabemos cómo tenemos que estar. Cuidamos la alimentación y nos damos algún capricho" comenta Artemi Gavezou .
Y esas buenas costumbres se mantienen toda la vida, como en el caso de Jose Manuel Abascal , ganador de la primera medalla olímpica del atletismo español en pista (Bronce en 1500 m. Los Ángeles 84). Retirado de la alta competición y actualmente trabajando como entrenador, comenta que aprendió a comer sano y sigue controlando la alimentación "eso sí, ahora no tanto como cuando estaba en la élite". Pero no siempre es así, porque los olímpicos, aunque parezcan de una especie superior, son también humanos y tienen debilidades. Los nervios y la ansiedad de la competición a veces cierran el estómago y otras lo abren como si fuera la exclusa del Canal de Panamá, visitando con demasiada frecuencia la zona de fritos, hamburguesas y patatas ...
El desayuno de los campeones:
Muchos nutricionistas deportivos abogan por el denominado "desayuno extendido" cuando se está compitiendo que consiste en ingerir alimentos varias veces a lo largo de la mañana y prolongarlo durante gran parte del día, sin dejar pasar más de dos horas sin comer, para lograr que las reservas de energía se mantengan siempre en los niveles adecuados y evitar las hipoglucemias. Los alimentos estrella serían una o varias piezas de fruta acompañadas de un lácteo (yogur) con frutos secos y una tostada con aceite de oliva. Y luego más fruta hasta que llegue la comida principal donde la pasta o arroz integral amén de las barritas y los suplementos de aminoácidos y multivitaminicos completen el menú.
¿Olímpicos con sobrepeso?
Si eres Michael Phelps ( el deportista olímpico más veces condecorado con más de veinticinco medallas y las que vendrán) y gastas unas 12.000 kcal/día, puedes y debes permitirte, ojo, ¡Atención!:
Desayunar: Tres sándwiches de huevos fritos con queso, tomate , lechuga, cebollas fritas y mayonesa, bollería con chocolate, tostadas y un par de tazas de leche con avena. Comer: Medio kilo de pasta, dos sándwiches de jamón y queso y cenar otro tanto de pasta y una pizza grande, todo esto aderezado con bebidas y barritas energéticas distribuidas convenientemente a lo largo del día y al mismo tiempo mantener tu proporción de grasa corporal a raya. Aunque relativo a la calidad de lo que ingiere, creo que a estos niveles deportivos es más mito que realidad.
Me consta que el control de nuestros especialistas en nutrición deportiva es férreo, paseándose por detrás de los élites mientras comen y recordándoles qué y que no deben ingerir para que se mantengan en perfectas condiciones físicas. A pesar de sus intensos y atentos cuidados algunos se salen del tiesto, corriendo el riesgo importante de volver a casa cargados de medallas al cuello y de unos cuantos kilos de más en el abdomen.A ello contribuye el hecho de que en algunas disciplinas deportivas el sobrepeso influye poco a la hora de competir como en el caso del lanzamiento de peso, Carlos Tobalina es nuestro referente en este deporte. En tiro olímpico, ocurre otro tanto de lo mismo (Alberto Fernández: Campeón del mundo en Nicosia 2016) . En algún caso a estos deportistas hay que ponerlos a "dieta" por razones de salud para prevenir o controlar el temido "Síndrome metabólico" asociado al sobrepeso, a la ingesta excesiva de grasas saturadas y a la inactividad ( En foso olímpico se gastan sólo unas 400 kcal. por competición/día), pero siempre se hace cuando se vuelve a casa pues el peso ideal de un deportista cuando compite es el peso con el que se encuentra mejor, física y mentalmente.
En definitiva, la élite olímpica no lo es solo por su capacidad de sacrificio, tenacidad y fuerza mental que les permite mantener y soportar durante años duros entrenamientos y dolorosas lesiones.Sus proezas deportivas son también resultado de un cuidado nutricional esmerado, frecuentemente llevado al extremo por necesidad y que el resto de los mortales no deseariamos aplicar a nuestra rutinaria vida cotidiana.
Hasta pronto: Salud y medallas!