Es muy posible que desde el origen de los tiempos los hombres señalizaran los caminos por donde pasaban para no perderse al regresar y para que sirvieran a otras personas para llegar a su destino. Labradores, ganaderos, pastores, campesinos, comerciantes, peregrinos, todos tenían por costumbre dejar su propia marca, desde grandes piedras o estacas hasta señalizaciones que se hicieron más complejas con el paso del tiempo. Fue después de la Segunda Guerra Mundial cuando algunos países europeos comenzaron a plantearse la necesidad de señalizar los senderos de una forma conjunta para que los montañeros que se aventuraban no tuvieran problemas en la montaña. De esa forma se comenzaron a recuperar algunos caminos tradicionales abandonados. Fue Francia quien comenzó a señalizar sus caminos. Más tarde siguieron Alemania y Suiza. Fue en el año 1969 cuando se creó la ERA (Asociación Europea de Senderos).
GR-236 Ruta de los Monasterios
Actualmente pertenecen veintisiete países. España comenzó a participar en el balizamiento de los caminos a partir de 1970 gracias al impulso francés. Actualmente podemos disfrutar de más de 62.ooo kilómetros de senderos en nuestro país. El primer Gran Recorrido que se marcó en España fue el GR-7 que se extendía desde Francia. Como atravesaba los Pirineos, Francia pidió a España que le diera continuidad. A partir de este momento, el senderismo comenzó a diferenciarse de otras actividades en la montaña.
GR-65 Camino de Santiago. Roncesvalles. Navarra
Los Grandes Recorridos fueron diseñados para recorrerlos a pie y en varias jornadas. En sus trazados se aprovecharon antiguos caminos, veredas, senderos, calzadas, caminos de trashumancia, vías de ferrocarril abandonadas... Muchos de estos caminos ya existían porque habían sido aprovechados por los comerciantes y peregrinos.
Pequeño Recorrido valenciano. Ademúz. PRV 131.6
También vienen marcados con postes de madera en los que indican la distancia que debemos recorrer, el número del sendero y nombre y el tiempo estimado. Históricamente debemos considerar el Camino de Santiago como el primer sendero de gran recorrido de Europa. Con unos 800 kilómetros de longitud dependiendo de las variantes que escojamos, el patrimonio cultural, natural e histórico que lo envuelve es un hecho excepcional en todo el mundo. Se trata del GR-65.
Camino de Santiago a su paso por Castrillo de los Polvazares. León
El GR-7 tiene su comienzo en el Templo de Delfos (Grecia) y recorre Bulgaria, Rumania, Hungría, Austria, Alemania, Suiza, Francia y España. Tiene un total de casi 6.000 kilómetros de los cuales 2.600 los hace por nuestro país. Entra por los Pirineos y termina en Tarifa. Otro de los Grandes Recorridos de la Península es el GR-10 que une las orillas del Mediterráneo y del Atlántico. Comienza en Puzol (Valencia) y recorre la Comunidad Valenciana, Aragón, Castilla la Mancha, Madrid, Castilla y León, Extremadura y Lisboa. El Camino Natural del Ebro es el GR-99, otro de los más largos de España. Recorre unos mil doscientos kilómetros y pasa por Cantabria, Castilla-León, País Vasco, La Rioja, Navarra, Aragón y Cataluña.Parte del Camino del Cid coincide con el GR-160. Resulta una ruta cultural por la que podemos seguir las huellas de Rodrigo Díaz de Vivar pasando por los enclaves que el Cantar de mio Cid nos relata. Puede ser muy interesante consultar El Camino del Cid si deseamos realizarlo.
Camino del Cid a su paso por Daroca. Zaragoza
La Vía Augusta fue el primer camino vertebrador de la Península Ibérica. Fue el emperador Augusto el impulsor de la unificación de los caminos que la formarían. Tenemos unos 1.500 kilómetros en España para realizarla. Los Senderos Europeos pasan por los Grandes Recorridos ya existentes entre tres países como mínimo. No tienen un balizamiento especial. Solo vienen especificados con una E y un número. El E-3, por ejemplo, se origina en Francia y sigue el Camino de Santiago, desciende hacia Portugal, pasa por Lisboa y termina en el Algarve. El E-1 comienza en Siracusa, cruza Italia y llega hasta Noruega. Todos estos senderos suelen tener variantes que se unen al GR principal para permitirnos conocer pueblos o parajes naturales de especial interés. Muchos nos aventuramos en la montaña a andar para disfrutar de la naturaleza. Tenemos la gran suerte de disponer de un gran número de grandes y pequeños recorridos y de senderos locales. Y ya vienen marcados con la dificultad, distancia y desnivel. Para andar por la naturaleza no hace falta tener una edad determinada, ni nos exige condición física especial, solo ganas de entrar en contacto parajes únicos para evadirnos de nuestro entorno habitual. Senderos que han sido marcados gracias a muchas personas apasionadas por desarrollar un turismo rural que pueda ofrecer caminos tradicionales, sendas y veredas para recorrer fuera del típico asfalto.
Pero no por ello debemos olvidar que para salir a la montaña debemos llevar, sobre todo, calzado cómodo y ropa apropiada. En muchos caminos no hay fuentes, por lo que debemos aprovisionarnos bien de agua. No está de más consultar el parte meteorológico. No tiremos la basura ni la enterremos, mejor llevarla con nosotros de vuelta hasta el contenedor correspondiente. Respetemos los caminos y sendas porque si tomamos atajos estamos facilitando la erosión del suelo. No arranquemos flores ni ramas, mejor utilizamos la cámara de fotografiar. Y sobre todo... nunca hay que encender fuego.
PR-AS-61. Desfiladero de los Arrudos. Asturias
Con el senderismo nos acercamos de una forma deportiva y respetuosa a la naturaleza. Gracias a esta actividad conocemos de una forma relajante y diferente nuestro patrimonio natural, cultural y etnográfico. Recorriendo senderos fusionamos el deporte, el medio ambiente y la cultura. Caminar por estos senderos nos permite disfrutar de una vida rural y tradicional que resulta un privilegio.
Alguno de los recorridos
Recorriendo la Murta, senderismo en el corazón de una sierra
Puzzle Bobble
Karate Blazers
Puzzle De Bloques
Magical Cat Adventure