Qué tanto es tanto conocer nuestras fortalezas y debilidades

¿Qué es conocer con exactitud nuestras fortalezas?

La pandemia, una crisis económica inesperada, conflictos políticos y otros son eventos que ponen a prueba nuestras fortalezas y nos hacen ver nuestras debilidades, pero ,¿Cuántos de nosotros nos conocemos con exactitud como para saber en qué somos fuertes y en qué somos débiles?, este conocimiento, implica, forzosamente, un conocimiento absoluto de nuestro ser, lo cual está fuera de nuestras capacidades humanas debido a que nos llevaría a estudiar el origen de nuestro ser, un tema más propio de la filosofía, pero sobre todo de la teología y que de hecho, ninguna de sus tesis, estarán libres de de duda y critica.

Dicho esto, para los que estamos en el mundo de la práctica, y específicamente de los negocios, dirigirnos a estudiar nuestro ser significaría un fuerte desvío de nuestra vocación y actividades, pero entonces, Si es posible y necesario conocer nuestras fortalezas y debilidades, ¿A qué clase de conocimiento enfocarnos sin que sea del ámbito filosófico/teológico?, ¿Cómo podemos conocer nuestras fortalezas y debilidades?. Todo parte por reconocer esa ulterior limitación, no somos capaces de conocer todo nuestro ser, lo que resulta en aceptar un importe grado de incertidumbre, sin embargo, para nuestra vocación y situación podemos llegar un nivel de conocimiento razonable de nosotros mismos y de nuestra empresa, en base a la experiencia, pero no solo la experiencia que vamos teniendo en el día a día y que se acumula en nuestro inconsciente, sino que, ésta experiencia se deberá llevar al consiente para estructurarla y crear tesis válidas y realmente útiles.

Primero los socios, luego los puestos

El autoconocimiento de una empresa, empieza, sí o sí, por los propio fundadores y luego pasa por la estructura organizacional, aunque “autonocimiento” no es el nombre más apropiado para esta segunda etapa, sino el de auditoría administrativa o auditoría interna. La auditoría administrativa, rara vez deberá tomar en cuenta, un autoconocimiento de los empleados, a menos de que prácticamente sean parte sustancial de la empresa , en caso contrario, al, realmente, ser libres de cambiar de trabajo, sus características más personales y profundas, como su vocación personal, no serán útiles a la hora de tomar decisiones ejecutivas. Lo que interesa es conocer la trayectoria, evolución y cambios de la empresa, así como de cada uno de sus procesos y áreas funcionales, lo que implica conocer si por ejemplo, algún función o puesto, es estructuralmente débil, debido a que en el mercado laboral rara vez se encuentran personas que cubran con las expectativas.

Cuidado con la misión

De esta forma, los fundadores deberán empezar por autoconocerse personalmente, al momento de iniciar su empresa, y tendrá que repetir y actualizar ese ejercicio de tanto en tanto, sobre todo, a partir de la aparición de eventos tan fuertes como la pandemia, anuque debemos tener cuidado, también, de que con el paso del tiempo las actualizaciones vayan desarticulando nuestra misión, de forma tal que perdamos el sentido, sino antes bien, que lo fortalezca.