En torno a las ciudades digitales, las ciudades innovadoras o las ciudades inteligentes se ha generado un fuerte movimiento tanto del sector privado como desde el sector privado que está modificando los ejercicios de planeación y estrategia urbana. Algunos piensan que hay más ruido que nueces porque los cambios que afectan a la planeación e innovación urbana se generan lentamente y no se detectan en el corto plazo. Otros hacen un reduccionismo de ciudades inteligentes a la implantación de sensores o desarrollo de aplicativos sin profundizar en plataformas o gestión de datos e información que están detrás de estos desarrollos.
inteligencias
Aquellos cuya trayectoria nos trae a las ciudades inteligentes e innovadoras desde la participación y propuesta de políticas públicas desde la Sociedad de la Información y del Conocimiento vemos en el fenómeno de Ciudades Inteligentes e Innovadoras (nos desprendemos del calificativo digital intencionadamente), una oportunidad que permite:
- Diseñar y planear la ciudad pensando en cómo generar calidad de servicios para la ciudadanía, a costo accesible.
- Incorporar a la creatividad y la innovación cívica ( aquella que resulta de juntar a la innovación abierta y social en un mismo territorio) como elemento transversal en el desarrollo y planificación estratégica de ciudades .
- Incorporar desde momentos tempranos al sector tecnológico en el diseño de la “Ciudad”. Así el sector TIC considera holísticamente a la ciudad como un tipo de “cliente” en el que se pueden implementar innovaciones y desarrollos que pueden contribuir a mejorar la calidad de vida de las ciudades.
Recientemente repasando la Teoría de las Inteligencias Múltiples, modelo propuesto por Howard Gardner donde la inteligencia no se considera algo unitario, sino como un conjunto de inteligencias múltiples distintas y semi-independientes. Según Gardner, la inteligencia se define como la capacidad mental de resolver problemas y/o elaborar productos que sean valiosos en una o más culturas. Howard Gardner añade que así como hay muchos tipos de problemas que resolver, también hay muchos tipos de inteligencias.
¿Podríamos extrapolar la teoría de Gardner desde el ser humano a la ciudad?
La ciudad tiene que resolver muchos tipos de problemas: sociales, movilidad, administrativos, económicos, vivienda,… y para resolverlos requiere diferentes tipos de inteligencia. Es decir, hay que responder potenciando diferentes tipos de habilidades, recursos, sistemas. Siguiendo con este paralelismo identifico diferentes “habilidades y oportunidades” que darían forma al constructo de lo que podemos entender por una Ciudad Inteligente y evitar el reduccionismo al ámbito tecnológico y digital que sin despreciarlo hay que tenerlo presente con alta intensidad pero no de manera exclusiva y única.
Por este motivo en el diseño de Planes Estratégicos de Innovación para ciudades a través de metodologías propias realizamos un ejercicio previo de identificación y mapeo poniendo en valor situaciones, escenarios, recursos, proyectos que pueden formar parte de la Ciudad Inteligente y no están contabilizados en el haber “potencial” de la Ciudad Inteligente.
Factores de una Ciudad Inteligente e Innovadora.
Cada factor englobaría un prisma con diferentes aristas, diferentes caras que tienen que ir fortaleciendo las sinapsis que tejen una ciudad inteligente e innovadora desde diferentes direcciones:
1.- Capital Intelectual e Innovación: Recursos académicos, posición de las universidades en rankings académicos, centros de investigación, bibliotecas, resultados de los escolares en el informe PISA, indicadores de población desde el punto de vista de nivel educativo, población con nivel académico superior, ecosistema de emprendeduría, actitudes emprendedoras.
2.- Acceso y capacidades tecnológicas: Comencemos por el principio: ¿Cómo es el acceso a internet en las escuelas? ¿Equipamiento tecnológico escolar? ¿Uso de las Tecnologías de la Información por parte de los docentes en el aula?. Ancho de banda en la ciudad y calidad. Desarrollo de la economía digital en un sentido amplio: desde la calidad de las TIC hasta la habilidad de los consumidores, empresas y gobiernos en utilizar las TIC de manera adecuada y orientada a su beneficio. En este factor es igualmente importante disponer de una industria que desarrolle software y aporte soluciones a sus clientes así como en el ámbito del diseño y multimedia.
3.- Transporte e infraestructura: En este factor se quiere destacar la eficiencia, confianza y seguridad que proporcionan las redes de transporte público. Sistemas que permitan de manera eficiente gestionar y optimizar la interoperabilidad de las infraestructuras de transporte. ¿Cómo impacta el transporte público en las zonas verdes o áreas protegidas?. Por supuesto el coste del transporte público es un indicador que convierte al transporte público en una barrera o en una alternativa aceptada para explotar su uso. Medios de transporte alternativos: alquiler de bicicletas, carril bici son indicadores que tenemos que considerar, zonas de movilidad peatonal exclusiva (walkeable city). La tipología de infraestructuras, obra civil, vivienda, edificios o centros de negocio son factores que inciden en este rasgo asociado al transporte e infraestructura para potenciar una ciudad inteligente.
4.-Cuidado de la Salud y Seguridad: El ratio de hospitales y de profesionales que trabajan en el sector salud, eficiencia y sistema de servicios de salud pública con que cuenta la ciudad, sistemas de atención y cuidado a personas mayores, indicadores de criminalidad y percepción de la ciudadanía sobre cómo se siente respecto a la seguridad, contexto político que genere estabilidad a la ciudadanía. En este contexto el avance en modelos de tele asistencia y telemedicina, será un indicador imprescindible para hablar de ciudades innovadoras que trabajan para mejora la calidad de vida de sus habitantes.
5.- Cuidado y sostenibilidad medioambiental: Riesgo de desastres naturales en el contexto de la ciudad, confort térmico, reutilización de bienes y modelos de autoconsumo en huertos urbanos, reciclaje del resto de residuos que se generan en la ciudad aprovechando parte de este proceso para generación de energía, niveles de polución del aire, parques y espacios públicos abiertos orientados al ocio y actividades recreativas.
6.- Influencia económica: Número de sedes principales de compañías privadas o delegaciones administrativas del sector público con alta relevancia, profesionales cualificados en el sector financiero y de negocios, ecosistema que promueva la generación de proyectos empresariales de nueva economía, mecanismos para atraer financiación e inversión extranjera directa así como el producto interior bruto. El establecimiento de distritos ( nos alejamos del concepto clásico de clusters especializados ) de creatividad, tecnología y arte digital coadyuvan para este cometido y dan muchos imputs de valor agregado para que una ciudad adquiera aroma de ser innovadora.
7.- Facilidad para crear Negocios: Cantidad y tipología de obstáculos burocráticos y legales que un empresario debe superar para registrar una empresa: procesos, trámites, honorarios, tiempo, cantidad mínima de capital, etcétera. Así mismo sistemas para detectar insolvencias empresariales, marco laboral, costes sociales, salarios mínimos, facilidades para generar visados de trabajo para trabajadores extranjeros.
8.- Aspectos sociodemográficos: Indicadores por ejemplo referidos a la vitalidad cultural: espectáculos musicales, teatro, cines, restaurantes, museos con presencia online, desarrollo del sector “naranja” de la industria creativa y cultural. Incorporaríamos aquí indicadores de calidad de vida aglutinando cuestiones relativas a estabilidad social y política, salud, cultura, educación, medio ambiente e infraestructuras. Así mismo es importante contar con indicadores de la edad de la población activa y tipología del perfil profesional y competencias laborales que caracterizan a la ciudad. Por supuesto, aspectos relacionados con la congestión del tráfico rodado tienen que estar presentes y analizar los aspectos que reseñan la facilidad de traslados y de viaje.
9.- Puerta de entrada a la ciudad: turismo: Indicadores que reflejen la capacidad hotelera de la ciudad y servicios turísticos, con especial atracción al turismo internacional, fomento de reuniones internacionales profesionales como congresos o conferencias de alto impacto en la ciudad. El número de turistas que entran y salen de la ciudad o que tienen posibilidad de realizar conexiones / tránsitos en la ciudad, así como la puntualidad en los vuelos aéreos.
Una ciudad inteligente, no es la que más apps implementa
Resumen: Considerar una ciudad inteligente como aquella que ha invertido en apropiación tecnológica exclusivamente para monitorizar, obtener datos y tratar información sería una visión reduccionista. Afortunadamente las ciudades tienen muchos retos, muchos problemas de alto espectro, muchos ámbitos de trabajo desde los cuales se puede prestar una mejor atención al ciudadano y una mejor calidad en sus servicios. Esta visión más holística precisa incorporar y empoderar tecnológicamente a la ciudad desde diferentes perspectivas. Obtener altas puntuaciones en todos estos ámbitos es complejo. Pero sí es cierto que una ciudad puede comenzar a trabajar en aquellos ámbitos que por sus circunstancias políticas, históricas, geográficas, económicas o demográficas le han ido situando mas cerca de un factor u otro.
En estos momentos, la diferencia entre una ciudad orientada al siglo XXI y aquella que aún vive en el XX estriba en identificar esas fortalezas de ciudad y esas oportunidades para a través de la planeación estratégica incorporar componentes que desde una visión innovadora definan nuevos servicios y posicionen la ciudad a largo plazo apoyándose en la tecnológica como palanca que potencia la calidad de los servicios que presta a la ciudadanía.
Y como cierre de estas inteligencias no olvidemos que la inteligencia social nos lleva a la innovación social, en donde es fundamental integrar, colaborar y hacer partícipe a la sociedad civil en el desarrollo de las ciudades inteligentes. La “inteligencia de las autoridades de una ciudad” es una ecuación en la que hay que incluir las inteligencias y factores anteriormente referenciadas, utilizando la tecnología para trabajar exponencialmente en los alcances, objetivos e integración de sistemas, pero aplicando siempre el coeficiente de la sociedad. Las ciudades son de las personas y éstas identifican necesidades, proponen soluciones y actúan a través de mecanismos que tienen que ser considerados en la definición y gestión de ciudades inteligentes, lo que a futuro permitirá que adicionalmente sean reconocidas como espacios permanentes de innovación cívica.Post colaborativo entre Paco Prieto y Juan Pablo Espinosa
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