No tengo ni la menor duda del por qué la mayoría de la gente está confundida sobre qué es comer saludable. Más de la mitad de los estadounidenses dijeron el año pasado que era más fácil declarar impuestos que comer bien.
Que tú estés saludable no es negocio para las empresas. Grábate bien esa frase en la cabeza porque todas tus decisiones van a ser derivadas de ahí. Por más que te quieran meter en la cabeza que su producto es saludable por todas las palomitas y maravillas que le ponen en la caja, no es así. Todos los "sin calorías", "sin azúcar", "sin grasa"... ¿realmente son mejores?
La base de esto es una frase que vi el otro día en un meme que decía: "El sueño de toda mujer no es un hombre que la quiera, es comer todo lo que quiera sin engordar".
La realidad es que todo mundo quiere comer y comer sin problemas. La verdad es que entre más productos sin calorías comamos, más hambre vamos a tener. No estamos obteniendo los nutrimentos suficientes y nuestro cuerpo se está muriendo de hambre.
Y uno más uno nos va a dar dos. No solo estamos tratando de engañar a nuestro cuerpo y subiendo de peso, estamos afectando toda nuestra salud. Recuerden que el peso es un efecto secundario de los buenos hábitos y de la salud.
Lo mejor que puedes hacer por tu salud es que la mayor parte de tu día comas alimentos naturales. Si tienes que abrir un paquete para comer, entonces no cuenta. Las frutas, verduras, pescado, carne, pollo, huevo... no los tienes que sacar de un paquete. Las galletas, cereales, alimentos pre-cocinado, etc... sí los tienes que abrir.
Y comer saludable te cambia muchas cosas pero es solo una parte de los hábitos saludables. Vamos paso a paso y la alimentación es un gran lugar para empezar a hacerlo.
Escrito por Fernanda Rodríguez del Peón