El post de hoy nos lo escribe un académico en negocios, con el que estuve platicando sobre los dulces de Halloween en cuanto a costo y nutrimentos. Llegamos a algo así:
A pesar de no ser una tradición mexicana, aparentemente muchas personas en México han decidido adoptarla en un modo un tanto estadounidense. Pero, aceptémoslo, hay cosas que, forzosamente, tienen que ser diferentes. Para se más específico; los dulces son diferentes.
Seamos honestos, nadie en su sano juicio va a dar a, aproximadamente, doscientos niños desconocidos un chocolate Milky Way de $12.00 MXN o un paquete de M&M’s de $10.00 MXN. Eso resultaría un gasto innecesario de $2,400.00 MXN por los Milky Way o de $2,000.00 MX por los M&M’s. Es por eso que esta tradición se ha tropicalizado; haciendo que los dulces más vendidos en éstas épocas sean el Duvalín ($2.50), Pelón Pelo Rico ($4.20), Cazares ($2.50), Pulparindo ($2.50) y los chocolates en general; en los que encontramos Carlos V ($6.50) o las Vaquitas ($0.60). Esto se traduciría en que el costo de dar Halloween sería de $500, $840, $500, $500 hasta $1,300 o $120 respectivamente.
¿De qué depende qué dulces damos? Siendo el tema principal de este blog el tener una vida más saludable en torno a lo que comemos; creo que este caso es la excepción. Si vamos a recibir a, aproximadamente doscientos niños en estos días que, probablemente nunca vamos a volver a ver; lo último en lo que nos fijaremos es en la calidad de los dulces y esto, siendo un niño, puede ser un dolor de cabeza.
Recuerdo lúcidamente el ir recolectando dulces de casa en casa cuando era niño y mis diferentes reacciones al recibir dulces. Si eran dulces baratos, que normalmente se compran por kilo en dulcerías y suelen ser dulces genéricos, terminarían en la basura en no más de una semana. Si eran bolsas de palomitas, tenía que comerlas al día siguiente, porque a nadie le gustan las palomitas viejas y frías y, lo peor; ir a casa de gente mayor y recibir dulces de anís o con pasitas.
Siendo actualmente un país con una tasa de desempleo relativamente baja (5%) comparada con países como Estados Unidos (7.8%) o Francia (10%) y con un crecimiento anual del Producto Interno Bruto de 4.10%, comparado con el 2.30% de los Estados Unidos y un 0.25% de Francia. Aún así no nos podemos dar el lujo de sacarle una gran sonrisa a un niño al darle unos M&M’s.
La tasa de inflación en México que empieza a subir del 4.7% esperado para cerrar el año, no somos Estados Unidos que tienen una tasa de inflación del 2%.
En palabras más sencillas de digerir y sin tanta cifra; si queremos hacer felices a un montón de niños en estos días, gastarnos un dineral en dulces, no sólo afectará nuestras carteras sino que también, sería darle a los niños las opciones menos saludables.
Cuidar las raciones que damos también es una manera de controlar nuestros presupuestos y de no darle a los niños un stash de dulces que hará que sea lo único que coman de aquí a los dulces de las piñatas de navidad.
Así que, no nos tenemos que pasar de lanzas dando pasitas o pancitos de muerto tiesos.
En lo personal, no estoy en contra de dar o salir a pedir dulces. Es de las pocas veces en las que podemos salir a caminar con nuestros hijos y pasar un buen rato, si vemos el vacío medio lleno.
Escrito por Fernanda Rodríguez del Peón
