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Querido preuniversitario: tranquilo, a todos nos ha pasado

Por Lorena White @lorenagwhite

Después de un montón de tiempo esperando por aquel momento, ahí estaba yo recién llegada a la Facultad a la que siempre había querido ir, dispuesta a aprenderlo todo sobre la carrera que siempre había querido estudiar. Como si todo lo que había hecho durante toda mi vida me hubiera conducido ahí de una forma totalmente inevitable, como si fuera cosa del destino, casi como una conquista típica de una película de amor. Tardé en desencantarme, creo, dos o tres semanas. Y me parece que lo más valioso que me enseñó la Universidad no tiene nada que ver con ninguna de las asignaturas que cursé.

Y es que a veces, tendemos a idealizar nuestra vocación. Nuestra forma de soñar con el futuro nos lleva inevitablemente a ello. Luego, una vez metidos en materia, vemos que no todo era como lo imaginábamos, que algunas cosas sí pero que lo más importante, lo que nosotros creíamos que iba a ser nuestro motor, pues oye, que no es para tanto. Pero sin embargo, la vocación sigue ahí, el poder de un sueño y de tu pasión también, y por eso sigues adelante.

Sin embargo, si alguien me hubiera dicho que todo lo que iba a aprender valioso para mi futuro, lo aprendería una vez me lanzaran desde aquel mundo en el que todavía me sentía a salvo, de una patada y sin paracaídas, a este mundo, el de los adultos, en el que aún hoy sigo buscando mi camino, seguramente se lo hubiera agradecido enormemente.

Así que, querido preuniversitario, si estás ansioso porque llegue octubre para ir a la Universidad, te daré dos consejos:

  • El primero: aprovecha al máximo este verano que, probablemente, sea uno de los mejores que vas a vivir en tu vida.
  • El segundo: no te agobies si la Universidad no es como pensabas y esfuérzate por aprender cosas que realmente te harán mejor profesional y sobre todo, mejor persona.

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Hoy te traigo 10 cosas que no van a enseñarte en la Universidad y que, sin embargo, te conviene aprender. No te agobies, tiempo al tiempo, cada uno las vamos aprendiendo a nuestro ritmo.

1. Enfrentarte a una entrevista de trabajo:

A la Universidad has ido a estudiar y debe ser por eso que todavía no han inventado ningún tipo de seminario o de asignatura, para cualquier carrera, que vaya orientada a enseñarte a enfrentarte a una entrevista de trabajo. La primera entrevista para un puesto de periodista que hice (obviamente para becaria) fue tal desastre, que me creí incapaz de hacer ninguna más. Lo bueno es que esta sensación cambia y cuando vas a unas cuantas, empiezas a aprender que no son tan distintas y que puedes absorber muchas cosas de cada proceso.

2. Gestionar tu marca personal:

Tu marca personal, en los tiempos que corren donde todo, absolutamente todo, es información e Internet, será fundamental para diferenciarte cuando quieras acceder al mundo laboral, o empezar una actividad por tu cuenta, desde algo tan simple (y tan complejo) como crear un blog hasta abrir tu pequeño negocio y “montártelo por tu cuenta”. Así que aprende desde YA que cómo gestiones tu presencia en Internet y lo que ésta diga de ti, será lo que estés vendiendo, el día de mañana, como tu imagen profesional. Empieza ya a orientarte hacia tu objetivo profesional, tenga o no que ver con tu carrera, y a hacer cosas que, sin contar como “trabajo”, puedas incluir en tu currículum para decir orgulloso: “me he estado moviendo desde el minuto 1″. En mi caso, esto es algo que tuve claro desde el principio. El año que abrí mi primer blog, fue el año en el que comenzaba la carrera. Y aunque he tenido muchos y muy variados blogs, mi objetivo ha sido el mismo desde hace casi 7 años: entrenar mi escritura, hacer crecer mi marca personal y aprender todo lo que pueda de la red de redes. Creo que un blog es el perfecto aliado para empezar a combinar tus gustos y aficiones, con tu vocación profesional. ¡Y además es gratis! ¡No tardes en empezar!

3. Hacer frente a los desengaños:

El primer desengaño que sentirás en la Universidad, llegará más pronto que tarde, cuando te des cuenta que no todo es tan ideal como lo imaginabas. Sin embargo, en tu mano está autocompadecerte a causa de esa idea equivocada que tenías, o sacar el lado positivo y aprovechar todo lo bueno que puedas sacar de los próximos 4 años de tu vida. Decidme, si hay otro periodista en la sala, si no llegastéis a la carrera creyendo que seríais los más objetivos, los más rigurosos, los más profesionales. Parecía que eso de trabajar para la sociedad y por el derecho a la información era poco menos que ser un superhéroe, pero al poco tiempo de estar estudiando, te das cuenta: las mejores cosas que vas a aprender sobre Periodismo, no te las van a enseñar en la Univerisdad.

4. Trabajar en equipo:

No es lo mismo mandarte infinidad de trabajos en equipo, que darte las herramientas para conseguir sacar el trabajo adelante sin matar a ningún miembro (a ver, matar, puede que haya exagerado un poquito…) o sin morirte del estrés. El trabajo en equipo será algo recurrente a lo que te enfrentarás día a día una vez que salgas de la carrera y empieces a trabajar, así que, a menos que estés estudiando para ermitaño, intenta desarrollar por tu cuenta esta capacidad (muy valorada por las empresas,  por otra parte).

5. Crear, gestionar y mantener un blog:

Vuelvo al blogging. Será que ya estoy defectuosa por tanta actividad blogueril, pero no sabéis lo beneficioso que encontraría y lo bien que me parecería que, para todos los alumnos de todas las carreras de todas las Universidades, fuera obligatorio crear un blog (no te digo nada si vas a estudiar Periodismo y no te has planteado ni por asomo tener uno, aunque sea sólo para entrenarte escribiendo). Un blog, hoy en día, puede ser una ventana abierta al mundo, el lugar en el que demostrar todo lo que vales, todo lo que sabes y todo lo que has aprendido a lo largo de tu vida, y por qué no, una nueva forma de acceder al mercado laboral. Si estás dudando todavía, por favor, haz el favor y crea uno. Crea uno y escribe. Empieza a escribir sobre lo que quieras, pero escribe.

6. Invertir en ti mismo:

A lo largo de tiempo que estés en tu carrera, te dirán que inviertas tiempo en hacer millones de trabajos, en estudiarte tocho temarios y en hacer actividades de las que puede, que algo aprendas y que te sirva para el futuro. Pero en general, la molestia por aprender y el trabajo por sacar de tu vida en la Universidad algo que realmente te sirva, que te aporte y que te haga mejor para el futuro, tiene que nacer de ti. Ningún profesor va a acercarse a ti, de forma exclusiva, para ofrecerte todos sus conocimientos y sapiencia para que el día de mañana sepas defenderte mejor ante el mundo. Tú, sin embargo, eres el dueño de tu vida, y de ti depende aprovechar al máximo todo lo que puedas obtener (con tu propio esfuerzo).

7. Autoconocimiento:

No saldrás de la Universidad, dentro de unos años, con la sensación que te imaginabas antes de entrar, de conocerte a ti mismo, de saber lo que quieres, de haber madurado y de sentirte preparado para todo lo que llegue. Probablemente, el autoconocimiento sea una de las cosas en las que más empeño debes poner y en las que, el entorno Universitario, puede (eso sí) ayudarte. Conocerte a ti mismo es la clave para saber lo que te gusta, lo que no, si esa carrera que has elegido es realmente la que quieres estudiar, por qué te da miedo esto o lo otro, qué te apetece hacer cuando acabes la carrera… En definitiva, autoconocerte te ayudará, dentro y fuera de la Universidad, a saber qué quieres que sea tu vida. No subestimes ese poder ;)

8. La confianza en ti mismo:

Habrá algunas veces en la Universidad en las que no sólo sientas que no confías en ti, sino que te sientas muy, muy lejos de tener esa autoconfianza que, sin embargo, te será tan importante a la hora de enfrentarte al mundo laboral. Sentir, saber y creer que eres capaz de conseguir tus objetivos, será lo que haga que lo consigas. Y eso será lo que te otorgue más confianza. Así que, como ves, creer en uno mismo es una espiral que empieza por ti, como una cadena. Créetelo y empezarás a crear.

9. Habilidades sociales:

Probablemente, si eres un ser tímido y cerrado, tu experiencia en la Universidad no cambie este aspecto de ti. Sobre todo porque eres tú quien debe hacer el esfuerzo de empezar a cambiar. En el futuro, te darás cuenta de que para casi cualquier empleo hace falta tener cierta habilidad para socializar con la gente y que en casi todas las ofertas de trabajo pondrá “persona extrovertida” o “persona dinámica y activa”. Lo bueno es que, si pones sólo un poquito de tu parte en este sentido, en esforzarte en ser más sociable, conseguirás muy buenos resultados.

10. Hablar en público:

Serán incontables las veces en las que te obliguen a exponer un trabajo en público, delante de toda tu clase, en grupo o de forma individual, pero eso sí: nadie tendrá en cuenta que no hayas hablado en público nunca antes en tu vida. Hacer un spitch atractivo, mantener la atención de la gente y diferenciarte del resto, puede aprenderse. Probablemente no te lo enseñen en la Universidad, pero es algo que puedes empezar a adquirir desde ya y practicar por tu cuenta porque, de cara al futuro, te será muy útil.

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Hasta el lunes, almas cándidas :)


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