Esto es como aquella serie de películas de los Inmortales y su famoso slogan "sólo puede quedar uno". Resulta que estamos ante los últimos programas de la primera edición de MasterChef España y ya estamos pensando quién debe ganar.
Los rumores dicen que ya se está preparando la segunda edición, incluso un MasterChef para niños, y desde luego la expectación es muy grande. Lo que más me ha gustado ha sido ver nuestra propia evolución como espectadores del programa. Poco a poco, tacita a tacita, el programa ha entrado en todas las casas y el hashtag en twitter #MasterChef es trendig topic cada martes a la vez que la audiencia sube semana tras semana.
Cada programa hace que tengamos más cariño a los concursantes y las conversaciones de pasillo los miércoles por la mañana se centran sobre si debió salir tal o cual concursante o si fue injusto que se quedara nosequién. Incluso los miembros del Jurado que los primeros días nos parecían artificiales y distantes ahora son queridos por todos y se comentan las frases y comentarios que disparan al probar las recetas.
El gran Pepe Rodríguez del Restaurante el Bohío, con quien estuvimos cocinando recetas de carne de conejo (clic), a Jordi Cruz del restaurante Abac que ha sido elegido Chef del Porvenir por la Academia Francesa de la Gastronomía y Samantha Vallejo-Nágera que acaba de lanzar su libro Quedar bien sin complicarse la vida, nos acompañan cada martes entrando en nuestra casa con toda confianza.
En cuanto a los participantes que quedan, me cabe la duda sobre cómo se elegirá al ganador. En otros talent show es más fácil opinar porque les oímos cantar o les vemos bailar o saltar del trampolín, por lo que podemos valorar su trabajo.
En MasterChef es más complicado opinar porque desde casa, viendo la tele no podemos probar los platos y solo podemos valorar por lo bien que nos caen unos u otros, por como vemos que se desenvuelven haciendo un plato o formando parte de una partida en la cocina o por como dirigen al equipo cuando les toca ser capitanes. Solo podemos valorar si hacen bonito el emplatado, lo cual también se valora pero es imposible saber si el plato está soso, pasado de condimento o de cocción, solamente mirando la pantalla.
Por eso nos cabrea a veces el resultado porque o no es el que esperamos o nos sorprende que uno de los aspirantes tenga un mal día justo en el momento en que se juega la continuidad o la expulsión. Confiemos en que los tres jurados sean justos con los aspirantes y elijan un ganador que merezca el premio y lo aproveche.
¿Debería ganar un concursante por su buen hacer en la cocina con independencia de su personalidad? ¿Debe primar el sabor sobre la presentación? ¿Debe primar el buen hacer en la cocina sobre la humildad o prepotencia? Es difícil opinar.
Hasta entonces sólo nos queda hacer apuestas y pensar en quién queremos/creemos que va a ganar. Yo llevo tiempo apostando en twitter por Juan Manuel o por Eva, los dos me parecen muy buenos y además buena gente, sin perjuicio de los demás a los que programa a programa también he tomado cariño.
Y vosotros, ¿quién creéis que va a ganar? ¿quién os gustaría ver como el primer MasterChef España? Dejadme un comentario con vuestra respuesta y vuestra dirección de email en los comentarios y participaréis en el sorteo de un ejemplar del libro de Samantha Vallejo-Nágera "Quedar bien sin complicarse la vida".
Y ahora os dejo que tengo que preparar la cena para ver tranquilo el programa de hoy. Sed felices,
Revista Cocina
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