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¿Quién es Terrence Malick? 5 posibles momentos en la vida de un cineasta único

Publicado el 24 mayo 2011 por Fimin

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Poco se sabe realmente de la vida del recientemente galardonado con la Palma de Oroen Cannes, Terrence Malick, al igual que pocos saben que fue descubierto por el Festival de San Sebastián en 1973 con la Concha de Oro otorgada a "Malas tierras."Una búsqueda de imágenes en Google apenas arroja unas cuantas instantáneas que comienzan a repetirse enseguida. En realidad no hace falta saber mucho de la persona, sus películas están ahí, hablan por sí solas y ofrecen momentos impagables que en filmin proponemos asociar con diferentes momentos figurados en la vida del director estadounidense. Como bien dijo Brad Pitt en la rueda de prensa en Cannes “ha construido la casa, pero no tiene porque venderla él mismo”

“Malas Tierras”: El adolescente que quiere huir de casa

Cansado de una aburrida vida en un pueblacho del medio oeste americano, un joven Malick ansía escapar de casa y descubrir ese mundo que apenas puede vislumbrar en los autocines locales.

“Días de Cielo”: El trotamundos aventurero

La fuga se ha consumado, el soñador impenitente ha emprendido un viaje con rumbo incierto, al estilo de los cowboys y buscadores de oro de Ford, Hawks y Houston que han llenado su imaginación. El vasto territorio americano se presenta ante él como un mundo de oportunidades.

"La delgada línea roja”: El despertar de la conciencia de otros mundos

Tras años de vagar sin rumbo concreto por el medio oeste americano, Malick siente la pulsión de descubrir otros mundos, y descubre que su país no es el necesariamente el centro de todo. Existen lugares que anuncian una civilización ¿mejor? Sin embargo parece que allá donde asoman son aniquilados por las ansias colonizadoras del hombre blanco. Se convence de que a partir de ahora su labor será capturar esa poética que muchos no saben ver.

“El nuevo mundo”: Las raíces del otro mundo

Obsesionado con ese “otro mundo” que la civilización occidental ha destruido, Terrence descubre sus raíces en los indios americanos que fueron barridos del mapa por la destructiva marea de colonos. No puede parar de preguntarse qué habría pasado si les hubiesen dejado tranquilos con su armoniosa coexistencia con la naturaleza. Si no podemos volver atrás, piensa Malick, al menos podemos intentar recrear un estado mental perdido.

“El árbol de la vida”: Creer en el hombre contemporáneo

Ahora que tiene un cometido firme, Terrence Malick no para. Para ello ha dejado de mirar hacia los mundos desaparecidos y se ha centrado en el que malogradamente tenemos. ¿Qué podemos rescatar y cómo podemos reconducirnos? La respuesta parece contenerse en ésta y sus siguientes películas. Bienvenidas sean.


 


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