19 de Junio del 2012 | etiquetas: Novela
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Es uno de los directores predilectos de quienes hacemos filmin, uno de los grandes nombres y también uno de los ilustres desaparecidos del cine norteamericano actual, firmante de "Juegos secretos" y ·En la habitación", dos de las mejores películas del cine independiente de la última década. Él es Todd Field, el mismo que tras no cesar en su empeño de adaptar el "Meridiano de Sangre" de Cormac McCarthy durante 5 largos años, por fin parecía conseguir levantar un nuevo proyecto ("Hubris"), que finalmente tampoco llegaba a buen puerto. Próxima parada, ¿rodar su particular "Slumdog Millionaire"?.
Año 2001, Sundance. Era el gran momento del cine independiente, los años dorados de la productora Miramax capitaneada por unos Hermanos Weinstein que aún no tenían problemas de liquidez y sí problemas de espacio para almacenar todos los premios que conseguían. Entonces Todd Field estrenó "In the Bedroom", su ópera prima. Gran Premio del Jurado en Sundance, cinco nominaciones a los Oscar y éxito internacional a nivel de taquilla para este extraordinario melodrama protagonizado por Marisa Tomei y Sissy Spacek.
Pero tras el éxito, llegó la resaca. Fueron cinco años, mucho tiempo, el que necestió Todd Field para estrenar su segunda película: "Juegos secretos" ("Little children"). Una obra de extraordinario calado emocional, melodrama impecable lleno de momentos memorables que, pese a sus 3 nominaciones al Oscar, fue un estrepitoso fracaso comercial para su productora, la hoy extinta New Line.
Con "Juegos secretos" tenía más dinero, más medios, más actores conocidos pero nada de ello fue suficiente. El drama protagonizado por Jennifer Connelly, Kate Winslet, Patrick Wilson y Jackie Earle Haley fue una decepción comercial sin paliativo alguno.
6 años después de "Juegos Secretos", Todd Field sigue sin tenerlo claro, y actualmente se encuentra a medio camino entre dos adaptaciones. De buenas a primeras, "The Creed of Violence" (basado en la novela de Boston Teran) parecía ser su opción prioritaria antes de que "Tigre Blanco" apareciera en escena. La adaptación de esta novela de lectura ágil y divertida, que versa sobre la realidad de la India con un punto de vista fresco y atrevido, parecía que sería definitivamente su nueva película, pero no, surgió la disputa entre los productores que apoyan el guión presentado por Field y quienes lo rechazan exigiendo a otro director. La particular visión que, seguro, ofrece Todd Field sobre una historia absolutamente irreverente, profundamente tierna y, por supuesto, inolvidable para muchos lectores, no ha hecho más que aumentar las dudas sobre la definitiva producción de una de las adaptaciones más deseadas mundialmente pero también, sobre uno de los regresos más esperados por el cine indie.
¿Y ahora qué? Por más que todo apunte a que retomará "The Creed of Violence", y a pesar de que "Tigre Blanco" probablemente acabe sucumbiendo a su evidente alcance comercial 'con otro Danny Boyle', desde filmin no podemos evitar imaginarnos lo que podría hacer Todd Field con una novela que ofrece una perspectiva tan cómica como oscura sobre la lucha de clases en la India y que acontece en un mundo globalizado a través de la narración retrospectiva de un chico de barrio llamado Balram Halwai, alias Tigre Blanco, sirviente, filósofo, emprendedor...y también malhechor.
¿De qué va?
Durante siete noches, a la luz mortecina de una ridícula araña, Balram nos cuenta su historia. Nacido en una villa en el corazón de la India, trabaja en una tienda de té. Mientras machaca carbón y limpia mesas se va formando un sueño en su cabeza: el de escapar de la orilla del Ganges, en cuyas profundidades se han podrido generaciones enteras. Para ello se traslada a Delhi, donde será contratado como chófer. Mientras los otros sirvientes hojean la última revista de sucesos, Balram empieza a vislumbrar cómo el Tigre va a poder escapar de su jaula. Claro que ¿qué hombre de éxito no se ha visto obligado a derramar un poco de sangre en su camino a la cima?.
¿Qué podría ser en manos de Todd Field?
El posible reverso de "Slumdog Millionaire", es decir, un retrato fiel, realista, crudo y por supuesto, firmemente existencialista, de una India cuyo radiografía social, seguro, sería capaz de trasladarnos partiendo desde el inconfundible y preciso microcosmos de la intimidad que tanto (y tan bien) envuelve caracteriza su obra.