Revista Ciencia
En octubre 2014 la OCDE ha editado un artículo ¿Quiénes son los doctores y a donde les llevan sus cualificaciones?("Who are the doctorate holders and where do their qualifications lead them?", Education Indicators in Focus, No. 25, 2014, OECD Publishing).
El doctorado, en los países anglosajones llamado PhD (Philosophiae Doctor), ocupa el nivel 8 en la Clasificación Internacional Normalizada de la Educación de las Naciones Unidas y en la Clasificación Nacional de Educación, y conduce directamente a la concesión de la cualificación de investigación avanzada. En la mayoría de los países la duración teórica de estos programas es hoy de mínimo tres años a tiempo completo, o sea que acumula un total de al menos siete años de educación terciaria. Los programas de doctorado incluyen estudios avanzados e investigación original y son ofrecidos por instituciones de educación terciaria orientadas a la investigación, tales como las universidades, y pueden hacerse en campos académicos o profesionales.
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Sorprendentemente, también en tiempos de crisis económica, la tasa media de empleo de los doctores se mantiene alta en comparación con otros graduados universitarios: el 91% comparado al 85% de los de grado y de máster. La diferencia es especialmente marcada en Estonia, Grecia, Hungría y España, donde los primeros superan en 10 puntos a los segundos. En conclusión, como promedio las personas con una cualificación avanzada en investigación se benefician de tasas de empleo más altas.
En el año 2012 la mayor proporción de doctores eran de ciencias (24%), seguidos por las ciencias sociales, empresariales y de derecho (21%). Los graduados de ciencias e ingeniería sumaban el 40% de los nuevos doctorados, y los de ciencias sociales y humanidades el 34%. Hay una variación significativa entre los países con respecto al reparto de los nuevos grados de ciencia y de ingeniería. La ciencia suma más del 30% de las nuevas cualificaciones avanzadas en investigación en Chile, Estonia, Francia, Islandia e Israel, y hasta más del 50% en Luxemburgo. En Chequia, Dinamarca, Finlandia, Alemania, Corea y Eslovaquia, la ingeniería representa más del 20% de los nuevos programas avanzados de investigación.
Aunque la participación de las mujeres en programas de doctorado ha crecido en la última década, siguen sin obtener menos cualificaciones de investigación avanzada que los hombres. En 2012, el promedio en los países de la OCDE, las mujeres obtuvieron el 46 % de los grados de investigación avanzada, en comparación al 38% en el año 2000. Pero aquí también hay diferencias entre los países. Por ejemplo en Australia, Brasil, Estonia, Finlandia, Israel, Italia, Lituania, Nueva Zelanda, Polonia, Portugal, Eslovenia y os EEUU, más de la mitad de los grados de investigación avanzada son obtenidos por mujeres.
A la vista de la competición de talentos entre los países, los estudiantes internacionales tienden más que en el pasado a graduarse en los niveles más altos de educación, lo que refleja un aumento de la internacionalización de la investigación y ciencia académicas en los países de la OCDE. Globalmente en los países de la OCDE, cerca de uno de cinco estudiantes terciarios en programas doctorales era un estudiante internacional. Esta proporción excedía el 29% en Australia, Bélgica, Francia, Islandia, los Países Bajos, Nueva Zelanda, Suiza y el Reino Unido, lo cual apunta a la dependencia de los laboratorios universitarios de investigación del pool de talentos internacional en algunos países.
A la hora de encontrar un empleo, la edad juega un papel menos importante. Aunque es verdad que los doctorados y las doctoradas jóvenes tienen más dificultades que los hombres de más edad, estas diferencias son menos marcadas para los doctores que para personas con niveles de educación inferiores. Pero es aventurado generalizar porque la diferencia podría ser menor si comparamos a los que tienen un Máster y dependiendo de la disciplina educativa.
¿En qué trabajan los doctorados? En muchos países de la OCDE el 60% de los doctores trabajan en la investigación, y en países como Bélgica, Dinamarca, Francia, Japón, el Reino Unido y los EEUU, los doctores predominan en las empresas, con cerca de del tercio que trabajan en el sector de negocios. Y como era de esperar, están mejor pagados en las empresas que en la instituciones académicas. Esta brecha es cerca del 25% en los EEUU, donde el salario académico es considerado alto. También hay grandes diferencias según las áreas profesionales, que reflejan las demandas diferentes de empleo para diferentes aptitudes y conocimientos especializados. Por ejemplo las ciencias agriculturales y las humanidades están por debajo del promedio en la mayoría de los países, mientras los doctores en ciencias medicales y de la salud están por encima de este nivel.
Aparte de esta información genérica, sería bueno conocer una serie de casos más concretos para darse una idea.
Quizás mi propia experiencia pueda servir como un ejemplo de a qué puede llevarte un doctorado, aunque hayan pasado unos años desde mi jubilación.
Después de haber hecho investigación de doctorado en el laboratorio de cinética química (una rama de la química física) en la Universidad KU Leuven, pasé a la investigación aplicada de desarrollo de procesos y a la asistencia técnica en la multinacional petroquímica Petrofina (marca FINA) en Bruselas durante once años, para después abandonar la investigación, trasladarme con mi familia a España y empezar una nueva carrera de gestión de la tecnología en otra gran empresa petrolera, PETRONOR y después REPSOL. En concreto en el control de calidad; el control y optimización de los procesos productivos; la ingeniería conceptual, los estudios de viabilidad técnica y económica y la gestión de la ingeniería básica de nuevas instalaciones de producción y de servicios, y de las reformas y mejoras de existentes, etc., hasta mi jubilación. La experiencia adquirida en cada etapa servían para las siguientes, cuidando mucho la formación para cada nuevo puesto de trabajo o proyecto, siguiendo cursos y asistiendo a seminarios y congresos especializados, y aprendiendo también y sobre todo de los colegas de diferentes disciplinas y departamentos, trabajando en equipo. En una empresa donde se trabaja en equipo se enseña a y se aprende mucho de los compañeros, jóvenes y mayores. Y sin olvidar el autoestudio, las ganas de aprender cosas nuevas. Porque a un doctor no le gusta la rutina, siempre quiere “experimentar” algo nuevo, aunque no sea en un laboratorio.
Esto es tan solo uno de la multitud de casos que hay. Sería muy interesante e ilustrativo editar un libro con las biografías de unos cuantos doctores. El desarrollo de mi propia carrera y de mi vida personal habrían sido muy diferentes si al terminar el doctorado hubiera aceptado la otra oferta que recibí de un puesto de investigador en polímeros, en otra multinacional en los Países Bajos.
Quizás para terminar sea interesante el testimonio del joven Doctor en Biología Joachim Mergeay, en una entrevista publicada en un reciente boletín de la Facultad de Ciencias y de los Alumni de la universidad KU Leuven. Tiene un empleo en el Instituto para la Investigación Forestal y de la Naturaleza dependiendo del Gobierno de Flandes. Dice que durante su doctorado ha aprendido a razonar por sí mismo, y no aceptar las cosas ‘porque sí’, y poner la lupa en cada hipótesis. Que tienes que ver el doctorado como un medio para desarrollarte, que es una formación continuada que te dan libertad de aprender cosas nuevas y descubrir horizontes nuevos. Que aprendes aptitudes que te pueden ser muy valiosas en cualquier empleo posterior. Debes organizar tu propio proyecto, y defender tus opciones ante un jurado. Aprendes a defender tu trabajo en público y de escribir un artículo para una revista científica. Pero la autonomía que tienes no es lo mismo que trabajar solo, es saber dónde y cómo puedes encontrar ayuda. Aprendes mucho de los problemas y soluciones de otros. El Doctor no es una persona especializada en un detalle, es sobre todo alguien que ha demostrado que tiene perseverancia, terminar un trabajo, trabajar en equipo, resistir a presiones, conseguir objetivos. El doctorado no es la formación de un ‘especialista’. Es una persona polifacética que anticipa los problemas y que sabe empeñarse en algo que necesita una solución. Es bastante corriente obtener el título antes de los 30 años, con lo cual es para los empleadores una buena combinación de edad y aptitudes. Un Doctor es un gestor de la ciencia, un gestor de procesos de razonamiento, y no simplemente poseedor de conocimientos adquiridos. Los doctorados son generalistas en el pensamiento analítico y sintético, concluye Joachim Mergeay.
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