Revista Cultura y Ocio

Quiero mi menopausia y la quiero ya

Publicado el 19 abril 2021 por Molinos @molinos1282

Quiero mi menopausia y la quiero ya

Monica Rohan

Las manos frías, la tripa triste, hormigueo de piernas, frio. Calor y sueño. Pena y cabreo y sigo con las manos frías. Al baño otra vez. Dolor de piernas ¿será un trombo? No porque son las dos a la vez. La trombosis no puede ser a dos piernas como una pieza de piano a cuatro manos ¿no? Dolor de cabeza, justo encima de la ceja izquierda. Al baño otra vez. ¿Qué estoy haciendo con mi vida? ¿Por qué todo es tan difícil? Llama al banco. Pide hora. Imprime. Firma. Escanea. Qué pereza todo. Escalofríos mientras todo el mundo comenta que al sol, hoy, se está fenomenal. La tripa del revés o, mejor dicho, sin saber qué quiere. En un minuto me duele con agudos pinchazos, en otro suena en vacío como si llevara días sin comer, al minuto siguiente clama por una bolsa de alpiste de la máquina y al siguiente parece que se inclina por las náuseas y las arcadas. Voy a por el alpiste, no tengo cambio para la máquina. No funciona la máquina de cambio, casi lloro del disgusto. Me duelen las piernas al caminar y al sentarme me hormiguean ¿serán trombos? No, y no voy a mirarlo en internet. Las manos congeladas. Las miro, las veo feas, sé que son mis hormonas de tripi paseándose por todo mi cuerpo como si estuvieran en una de esas casas abandonadas en las que se hacen raves. El dolor de cabeza de la ceja izquierda se está haciendo fuerte taladrándome el cerebro, intuyo que se propone llegar a la coronilla y colonizar mi pensamiento. La rave ha llegado a los riñones. No sé como sentarme, y si es un cólico o una piedra o cáncer. Qué va, sé lo que es.  Pero ¿Cuándo se va a acabar esto?

«Pues esto está funcionando a pleno rendimiento. Todavía te queda»

Estoy hasta los ovarios de la regla. Treinta y seis puñeteros años y odiándolo cada mes. Más tiempo con mi regla que con mis hijas o mis parejas. Eso sí que es una relación tóxica. Me  la chufla la corriente esa de ama tu regla, el patriarcado te ha enseñado a odiarla. No necesito que nadie me enseñe que encontrarme de angustia y dolorida. Es espantoso, incómodo y algo para odiar. No quiero abrazar mi regla ni darle un sentido místico. No. Es un proceso fisiológico y me sienta de angustia, igual que la digestión de los pimientos rojos. Igual, no. Amo muchísimo los pimientos rojos y me dan muchas más satisfacciones que mis ovarios.  

Y no, la regla no me hace mujer, ni me hace Ana. O si me lo hace es en la misma medida que mis riñones o la tibia. Y estoy segura de que si la tibia, cada mes, me doliera como para pensar en arrancármela estaría también muy harta de ella.  

Quiero mi menopausia y la quiero ya. 


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