Dora intentó suicidarse después de vivir una situación traumática, pero se salvó gracias a que su abuelo la encontró a tiempo, desangrándose en la bañera. Ha pasado un año desde entonces y por fin ha salido del manicomio en el que estaba encerrada. Ahora Dora vivirá con su abuelo, conocerá a Hilario (un chico que se ocupa de cuidar del anciano), y tendrá que aprender a ser fuerte para dejar de sobrevivir y empezar a vivir.
Como ya nos tiene acostumbrados, Jordi Sierra i Fabra vuelve con una novela realista repleta de personajes de carne y hueso. Un manicomio, un intento de suicidio, un chico misterioso, secretos bien guardados… en definitiva, una estupenda mezcla de ingredientes para hacer pasar al lector un rato de lo más entretenido. Nos encontramos ante una historia dura y, al mismo tiempo, esperanzadora, una historia dolorosa pero llena de positivismo. El estilo poético de Jordi y las citas que desperdiga a lo largo del libro simplemente enamoran, y el hecho de que los acontecimientos se sucedan lentamente no hace más que elevar el encanto de la historia, que hay que saborear poco a poco. Los personajes, en cambio, ofrecen una de cal y otra de arena: son profundos y puro sentimiento, y llegan al corazón; sin embargo, se nos presentan con cuentagotas y cuesta llegar a conocerlos. Esta sensación de lentitud también la he tenido con la historia, donde la información se ofrece muy poco a poco y hay ideas que se repiten constantemente. Por otra parte, la trama es sencilla y predecible, con lo que el factor sorpresa no llega a cuajar y descubrimos los secretos antes de que la historia los desvele. Además, he echado en falta unas cuantas páginas que desarrollen un poco más el final de la historia, un desenlace insulso y apresurado, poco digno de una trama tan profunda.
Quizás mañana la palabra amor… cuenta una historia sencilla, breve, dolorosa y esperanzadora. Es la historia de un chico y una chica que se conocen en una situación delicada, es la historia de un chico que guarda un terrible secreto y la historia de una chica que lo ha perdido todo. Una apuesta arriesgada si no se es amigo de lo dramático, pero una apuesta segura gracias a la maravillosa pluma de su autor, incluso a pesar de sus fallos.