Os traigo hoy un plato delicioso y total referente de la dieta mediterránea, de la que soy fiel defensora. En casa se come pescado cinco veces en semana. Compro siempre pescado de temporada, fresquísimo y lo preparamos de maneras muy diferentes, para aportar variedad a nuestra dieta.
Tengo que deciros que este plato me impresionó la primera vez que lo tomé en el propio Cedeira, pueblo gallego que dá su nombre a esta delicia.
Iniciamos un recorrido por la costa de Galicia, de Coruña a Pontevedra. De todos es conocida la calidad de la comida gallega que creo conocer bien, pero en este viaje varios platos, entre ellos este Rape a la Cedeira, me impresionaron. Durante nuestro periplo visitamos diferentes clases de restaurantes unos glamurosos a tope y otros absolutamente sencillos, pero a pesar de sus diferencias, en todos, si excepción había que destacar su materia prima y su saber hacer.
En Muxía, por ejemplo nos dimos una mariscada de esas que en Madrid suponen que pidas un préstamo para poder comerla, pero que allí nos dejó perplejos por sus precios y su frescura y sabor. El mar, sin duda en nuestra mesa. En Muxía también tomamos una Lubina salvaje de tamaño XXL y sabor…a recién pescada.
Pero la sorpresa mayúscula llegó cuando llegamos a Cedeira, y en Casa Teresa probé por primera vez este plato- el Rape a la Cedeira.
Un restaurante muy, muy sencillo en el que orientados por el Consejero de la Xunta de Galicia, amigo que nos dió la referencia de todos los sitios a los que debiamos ir, tuvimos el acierto de reservar mesa. Cuando llegamos la cola de gente esperando para disponer de una mesa era generosa, pero nuestra mesa- y la de otros cuantos previsores- nos esperaba preparada para el “homenaje” que íbamos a darnos.
Lo primero unos percebes, que los 8 comensales disfrutamos haciendolos desaparecer en un pis pas y a velocidad uniformemente acelerada. ¿El precio? sencillamente alucinante, como diez veces menos de los que cuesta en Madrid.
Tras los percebes llegó el Rape a la Cedeira y tengo que decir que fué impactante. Soy bastante exigente con la comida y con el pescado en particular, pero la frescura de aquel rape, la forma de cocinarlo y el toque sugerente que le aportaba el azafrán me parecieron de ¡Chapeau!. ¿Comida fusión?…no tengo nada contra ella, pero esta le dá mil vueltas.
Y a mi vuelta a Madrid busqué una buena receta y la incorporé a nuestra mesa, de manera que cada vez que lo tomamos disfrutamos de esos recuerdos gallegos que tanto nos gustan.
No me enrollo más y os dejo aqui la receta que tuilizo yo. ¡Os va a encantar!
Receta (Para 4 personas)
Para preparar este plato hay que preparar con antelación el caldo de pescado.
Ingredientes
3/4 kg de rape cortado en trozos medianos, pesado sin el espinazo ( ver la foto)
Harina y huevo batido para rebozar + 1 cucharada sopera de harina para espesar la salsa
1 bote mediano de guisantes.
3 hojas de laurel
Azafrán
Sal
Para el Caldo de Pescado:
Un espinazo y cabeza de rape
1 puerro cortado en trozos
1/2 tomate fresco
1/4 pimiento rojo (opcional, yo no se lo pongo siempre)
2 dientes de ajo
100 ml de aceite
100 ml de vino blanco de calidad
1 litro de agua
Sal
Elaboración
Primero prepara el caldo poniendo el puerro y el ajo a rehogar en el aceite a fuego medio. Añádele el tomate y el pimiento rojo cortados en trocitos. Al cabo de 5 minutos añádele el espinazo y cabeza de rape y dale unas vueltas para que tome contacto con el sofrito. Añáde entonces el vino blanco y dejalo unos tres minutos para que se fundan los sabores. Añade entonces 1 litro de agua y sal y déjalo a fuego medio cociendo durante unos 20 minutos.
Transcurrido este tiempo retíralo del fuego y déjalo reposar al menos 1 hora. Si se hubiese formado espuma de la cocción en la superficie, retírala.
Una vez transcurrida esta hora vamos a preparar el rape. Prepara harina y huevo batido para rebozar. Cada pieza de rape pásala primero por harina, luego por huevo, nuevamente por harina y nuevamente por huevo y ponla en la sartén a que se dore muy ligeramente. Retírala de la sartén y ve poniendo cada pieza en la cacerola donde vas a hacer el guiso.
Una vez has puesto todas las piezas de rape en la cacerola, añádele encima los guisantes y el caldo (permitiendo que caigan también todas las verduras que van en el caldo). Ojo porque el caldo debe cubrir ligeramente las piezas de rape (si te sobra caldo puedes congelarlo). Ponlo a fuego medio y cuando esté bien caliente añádele el laurel y unas hebras de azafrán y sal.
Debe hervir durante unos 15 minutos y en el último momento tuesta 1cucharada sopera de harina en una sartén (sin aceite) pequeña y añádela a la cocción con lo que la salsa espesará.
Y ya lo tienes listo para servir y degustar. No es un plato contundente aunque pueda parecerlo, pero lo disfrutarás el doble si el primer plato es un plato ligero que no reste protagonismo a esta maravilla culinaria.
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